Una joven estudiante dice que la expulsaron de un centro del Opus Dei por no rezar
El día 11 de julio, Mari Cruz de Mendiola recibió un aviso del campamento de inglés Roca Club, en El Puerto de Santa María. Su hija María Jesús, de 14 años, era devuelta a Madrid porque no estaba contenta en el centro, vincujado al Opus Dei. La niña asegura que fue por no rezar, y la directora, que niega que María Jesús fuera expulsada, afirma que la práctica religiosa en el campamento "es totalmente libre".
María Jesús y su compañera Sonia, también devuelta a Madrid, no iban todos los días a misa. Tampoco participaban con entusiasmo en los ritos propios de un centro del Opus Dei. Lola Abad, profesora, comunicó así la decisión de la expulsión a la madre de María Jesús: "Sentimos mucho que Chuchi no esté contenta aquí".El curso de verano comenzó el 3 de Julio. Nadie advirtió a Chuchi su expulsión. Todo lo más, cuenta la niña, una orientación de la monitora Lola Abad, quien le comentó: "No tenemos ninguna queja de ti en lo que al inglés se refiere, pero en lo otro... no cumples".
Y María Jesús, avispada chavala, creyó entender enseguida la clave de lo que quería decir eso de "lo otro". El primer día de campamento, María Jesús y Sonia fueron a misa, pero no tardaron en hacerse la reflexión: "¡Menudo rollo es esto!". "Y dejamos de ir".
Pías e impías
Otras dos niñas de Murcia habían sido recogidas por sus padres al comienzo del curso veraniego. Tampoco cumplían. Las más pías, dice Chuchi, se levantaban a las siete de la mañana para ir a la Iglesia. Las intermedias amanecían a las ocho para la misa de nueve. Otras, como María Jesús y Sonia, a las ocho y media y no acudían a misa. Tras la misa, desayuno. Después, una charla de un sacerdote o una monitora. Clases de inglés, almuerzo... Visita al oratorio. Más tarde, playa, prácticas de inglés, una merienda, y, a las siete, el Rosario y una tertulia de moral.
Mari Cruz, madre de María Jesús, está indignada. "El 11 de julio Lola Abad me comunicó que me devolvían a la niña. Le dije que no aceptaba que viajara sola". La niña viajó con Sonia y fue entregada por una monitora que la recogió en Madrid. "Yo sé que mi hija es algo rebelde", dice Mari Cruz, "y que haría algún comentario en contra de la labor de captación que hacían. Pero de ahí a que me la metieran sola en un tren...". Y la hija añade: "Muchas niñas han cambiado totalmente. Incluso una que llegó sin saber rezar el Ave María".
Virginia, la directora del centro, resta importancia a lo sucedido y mantiene que las niñas "no estaban contentas y se querían marchar" del campamento, donde "el horario es muy apretado" y la actividad religiosa "es totalmente libre". "Nos dimos cuenta María Jesús y Sonia querían tener más tiempo libre, y dísfrutar de otro tipo de vacaciones" aseguró anoche Virginia durante una conversación telefónica, "por lo que se lo comunicamos a sus padres". Según la directora, "la madre de María Jesús quería que la niña se quedase. Ella, que deseaba irse, vino, llorando, a contarlo". "Se les ofreció compañía para regresar, pero decidieron viajar solas", concluye.
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