El oficialista PRI parte en desventaja en las elecciones de cinco Estados mexicanos
El oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) partía en desventaja al menos en dos de los cinco Estados mexicanos en los que ayer se celebraron elecciones locales. Estos comicios, que podrían permitir la primera victoria de la oposición en más de medio siglo de régimen, ponen a prueba el proceso reformista dirigido por el presidente Carlos Salinas de Gortari.
Los dos actos electorales más importantes, los de Baja California y Michoacán, son precisamente aquellos en los que el PRI tiene mayores dificultades para hacerse con la victoria. En el primero de los Estados, prolongación de la California norteamericana y con ciudades tan importantes como Tijuana y Mexicali, el candidato a gobernador por el derechista Partido de Acción Nacional (PAN), Ernesto Ruffo, llevaba, según las encuestas más serias, una ligera ventaja sobre la candidata del PRI, Margarita Ortega.El PAN ha denunciado en Baja California casos flagrantes y escandalosos de intervención de los poderes públicos en favor de la candidata del PRI. Esto y el enorme esfuerzo de recuperación de imagen que ha hecho Salinas desde que accedió al poder el 1 de diciembre pasado podrían, finalmente, dar la victoria al oficialismo, pero ésta tendría que ser muy limpia para resultar creíble. Salinas ha prometido que será aceptado el resultado que salga y ha comprometido en ello gran parte de la reputación ganada en sus primeros siete meses de gestión. Dirigentes del PAN han advertido que de producirse un fraude cortarán las carreteras que unen al país con Estados Unidos.
En Michoacán, el principal aspirante a obtener la mayoría en el Parlamento regional es el recientemente creado Partido de la Revolución Democrática (PRD), dirigido por el carismático líder de la izquierda mexicana Cuauhtémoc Cárdenas. Cárdenas ya obtuvo en las elecciones presidenciales del 6 de julio una victoria electoral en ese Estado, lo que le permitió llevar dos senadores al Congreso.
El partido de Cárdenas
Desde esa fecha, Cárdenas, abandonado por algunos de los partidos que hicieron alianza con él y dedicado casi exclusivamente a la labor interna de construir una organización, ha perdido algún terreno. Mientras tanto, su principal rival, el PRI, trata de capitalizar la popularidad conseguida por el presidente Salinas en su lucha sin cuartel contra la corrupción y los abusos de autoridad. La distancia entre ambos no parece, en todo caso, haberse acortado tanto como para permitir un triunfo del oficialismo. Para el PRD la incógnita es, simplemente, si el PRI va a reconocer una derrota que la oposición garantiza de antemano.
Menos trascendencia se ha concedido a los procesos en Campeche, donde se renovará parte del Congreso local, y en Chihuahua, donde se elegirán alcaldes en 67 ayuntamientos. Este último Estado tiene, sin embargo, el poder psicológico de ser la entidad en la que, en unas elecciones como las de hoy, se consagró la oposición electoral al PRI El avance de uno u otro partido y la limpieza de los comicios serán, en cualquier caso, pruebas excelentas de la profundidad del cambio promovido desde el palacio de Los Olivos. También hay elecciones en Zacatecas.
El mayor peligro de violencia se registra en el Estado de Michoacán, tradicional foco de enfrentamientos, donde el ejército ha tomado posiciones de vigilancia en lugares clave, lo que ha sido denunciado por el PRD como una forma de presión. Militantes cardenistas se han instala do en el Zócalo de la Ciudad de México para pedir garantías de un proceso limpio en la tierra natal del general Lázaro Cárdenas.
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