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Tribuna:LA ULTIMA DÉCADA
Tribuna
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Hipermercados culturales

Ocho meses después de su inauguración, el centro Virgin Megastore, en los Campos Elíseos, se ha convertido en el lugar más visitado de Francia. Ni el Museo d'Orsay, ni la Torre Eiffel, ni el Centro Pompidou (récord de visitantes hasta ahora: 25.000 diarios) supera el número de clientes, franceses y turistas extranjeros, que pululan por los 2.000 metros cuadrados del mayor hipermercado musical en Europa, 220 empleados, de los cuales 60 vendedores cuidan de que una multitud de 30.000 personas por jornada -3.000 por hora- sean atendidos en sus demandas sobre todo tipo de aparatos de música, de vídeo, discos y cintas.El local se encuentra abierto de diez de la mañana a doce de la noche, y también los días festivos. Durante los laborables, el número de artículos vendidos ronda los 5.000, y hasta 25.000 los fines de semana. Las referencias sobre discos suman unas 100.000, pero además la organización brinda un servicio para buscar en cualquier ciudad del planeta aquella grabación que le soliciten. La revista francesa Globe ha valorado este fenómeno masivo como "tiempo Virgin" frente al "tiempo Club Mediterráneo" emblema burgués que marcó el fin de los cincuenta y parte de los sesenta.

El creador de Virgin Megastore se llama Richard Branson, norteamericano, 38 años, comparado en su dinamicidad con la pareja Steve Jobs y Steven Wozniac, promotores del ordenador Apple, Branson comenzó su ascenso empresarial con la edición de la banda sonora de El exorcista, en 1970, y bajo su marca se han comercializado composiciones de Stevie Winwood, Phil Collins, Rita Mitsouko, Etienne Daho, Alain Suchon y Peter Gabriel. A los beneficios de los discos siguió la cadena de Megastores, negocios de venta por correo, inmobiliarias, vídeo, televisión y una compañía de aviación, Virgin Atlantic Airways, que ha perturbado a la competencia. En Virginia Atlantic Airways una plaza en primera clase cuesta tanto como otra en clase turística en las demás compañías Atractivos complementarios además del precio, son la posibilidad de elegir entre tres menús a bordo y disponer de una limousine para el traslado a la ciudad si se viaja en primera clase. Si, con todo, el cliente no se considera satisfecho, tiene el derecho a que se le reembolse el dinero. La consecuencia de este trato especial es que actualmente la ocupación media de sus vuelos transatlánticos alcanza el 80%.

En el Virgin Megastore de París, situado en los Campos Elíseos, dentro del antiguo edificio del City Bank, construido en los años veinte, no se ha ahorrado amplitud ni actividades adicionales. Una emisora informa sobre novedades musicales y se proyectan videoclips como en un programa de radio y televisión propios. También se organizan pequeños happenings relacionados con tendencias en boga y acuden intérpretes y compositores para firmar sus obras. La extensión total del local del antiguo banco, 10.000 metros cuadrados, permite también materializar el proyecto de una librería de 500 metros cuadrados, donde se dispondrá de 40.000 referencias de libros nacionales y extranjeros.

La idea de macrosuperficies destinadas a música y libros, de la que son reflejo en España Crisol en Madrid y Tocs en Barcelona, se completará en Virgin con la inauguración de un café y una tienda de ropa, donde se venderá t-shirt alusivas a los últimos mensajes comerciales y objetos distintivos. El responsable de marketing y comunicación es Olivier Monfort, 32 años, curtido en la cadena francesa de librerías y objetos de consumo FNAC. En cuanto a la librería, su dirección estará a cargo de Pascale Boustie, 32 años, antiguo director de la librería Flammarion, en el Beaubourg.

El supermercado cultural, capaz de celebrar simultáneamente y mediante productos diversos (vídeo, videoclip, disco, libro, ropa, gadgets) una creación cultural, tal como sucede con el Acid, Batman y filmes como Esclavos de Nueva York o Amistades peligrosas, ilustra sobre el nuevo proceder de los multimedia.

Competencia femenina

Dentro de la batalla desencadenada entre los grandes grupos de comunicación internacional para alcanzar, mediante fusiones o compras, la supremacía en el mercado de los multimedia, en Estados Unidos se vive ahora una pugna intensa y particular entre las revistas femeninas. Mirabella es el nombre de la nueva publicación de Rupert Murdoch, en la que ha invertido más de 3.600 millones de pesetas.Durante el año en curso han aparecido en Estados Unidos 17 nuevos periódicos de diferente categoría orientados hacia la mujer, pero el caso de Mirabella posee la mayor envergadura, además de un interesante argumento interior. Su directora, 59 años, nacida en Nueva Jersey, es Grace Mirabella, y efectivamente el título de la publicación se relaciona con el prestigio de su nombre. Grace Mirabella trabajó desde 1951 en Vogue, y a partir de 1971 se convirtió en su directora. Durante su mandato, Grace cumplió la proeza de elevar su difusión desde 400.000 hasta la cima de 1.200.000 ejemplares. El año pasado, sin embargo, se topó inesperadamente con el despido. Ni siquiera se lo comunicaron personalmente. Su marido escuchó la noticia en un telediario de la tarde y la telefoneó. "Fue algo sin estilo", comentó Grace a la revista italiana Panorama, "en una casa donde precisamente se propugna el estilo por encima de todo".

El hecho es que los responsables de la productora Condé Nast habían resuelto, en su palacio de Madison Avenue, que era menester una renovación urgente. La razón de la urgencia obedecía al imparable éxito que estaba obteniendo Elle, de Hachett, desde su llegada a Estados Unidos, en septiembre de 1986. Hasta la aparición de la versión americana de Elle, Vogue (77 años de existencia) se repartía la preeminencia con Harper's Bazaar (122 años), decana de las revistas femeninas. Tanto una como otra se sentían más que satisfechas de sus productos, y su facturación publicitaria podía avalarlo. La invasión de Elle supuso, no obstante, un notable trastorno en la situación. Orientada hacia un público joven, entre los 22 y los 28 años, más dinámica y atrevida en sus presentaciones, en sólo tres años ha logrado una difusión de 825.000 ejemplares frente a los 700.000 que conserva Harper's. Alertado por este ascenso que amenaza también a Vogue, Newhouse, su propietario, decidió reemplazar a Grace Mirabella por Anna Wintour, 39 años, británica, responsable del éxito de la edición británica de Vogue y del mensual House & Garden.

Por el momento, la sustitución ha producido resultados. Desde noviembre, en que ejerce como directora Anna Wintour, la revista, con un look más juvenil y europeo, ha incrementado sus ingresos notablemente. En los primeros seis meses de 1989 el departamento de publicidad ha pasado a facturar 1.501 páginas frente a las 1.454 que insertó en el mismo período de 1988.

Ante la operación de Vogue, la reacción correspondería ahora a Harper, del editor Hearst, y la réplica, quizá a Elle, frente a la competencia que pueda oponerle de nuevo Vogue y Mirabella. Rupert Murdoch, que ha proyectado resarcirse de sus 30 millones de dólares de inversión en tres años, ha calculado una difusión de 500.000 ejemplares por número y una tarifa publicitaria de 1.500.000 pesetas.

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