Truculencia
He leído el artículo de Vázquez Rial en su edición del 16 de junio de 1989. El mismo constituye una manifestación de truculencia literaria, indigno de las páginas de un diario del prestigio de EL PAÍS. No quiero analizar el pesimismo sistemático que destila su pluma, que hace dudar de su serenidad psíquica, ni tampoco la endeblez de ciertos juicios turbados por algunos fantasmas del pasado. Quiero sí señalar que las figuras de Alfonsín y Menem son tratadas con mucha falta de objetividad, como así también otros sectores de nuestro pueblo.No puede asegurar cómo será el próximo Gobierno, que se inicia en medio de una atmósfera esperanzada, precisamente por su falta de sectarismo, del cual sí hace gala el autor. De lo que estoy firmemente convencido es que no tendrá ninguna de las características sombrías que anuncia Vázquez Rial.- Embajador de la República Argentina.
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