Lubbers, su hermano y un hangar
El primer ministro dimisionario holandés rinde cuentas sobre un fallido negocio 'familiar' con Kuwait
El primer ministro dimisionario holandés, el democristiano Ruud Lubbers, comparece hoy ante el Parlamento a petición de socialdemócratas (PVDA) y liberales (VVD) para explicar por qué en enero congeló las relaciones diplomáticas con Kuwait. La decisión, conocida ahora, se basa en el impago de una deuda de 13 millones de florines (715 millones de pesetas) contraída por las líneas aéreas kuwaitíes (KAC), que pidió la construcción de un hangar para dos jumbos a la firma Hollandia Kloos. Rob Lubbers, hermano mayor del jefe de Gobierno, es el director, y el propio Ruud, Lubbers depositó su 40% de acciones en una fundación en 1973 al ser nombrado ministro de Economía.
El primer ministro ha intervenido personalmente mediante el envío de cartas y varios viajes en la solución del conflicto. El Gobierno holandés anunció la pasada semana su decisión de someter el contencioso al arbitraje internacional, si Kuwait -que no ha respondido a la propuesta- se comprometía a aceptar su decisión.Por su parte, la comunidad diplomática internacional residente en La Haya ha expresado su asombro ante la fuerte presión ejercida sobre un Estado que tiene importantes inversiones en los Países Bajos. Kuwait posee un laboratorio y una refinería de petróleo en el puerto de Rotterdam de donde salen 79.000 barriles al año; 300 estaciones de servicio bajo la firma Q-8 y 15 garajes para camiones. Holanda importó además el pasado año crudo kuwaití por valor de 1,9 billones de florines.
El problema se remonta a principios de los años ochenta, cuando Hollandia Kloos aceptó la oferta de KAC de construir un hangar para aviones en Kuwait por valor de 80 millones de florines. El trabajo debía ser entregado en abril de 1981, pero sólo estuvo listo en mayo de 1982 debido, según la constructora, a las peticiones adicionales de trabajo formuladas por KAC. Éstas elevaron la cifra hasta 140 millones de florines, cantidad que no fue aceptada por las líneas aéreas kuwaitís. Así comenzó un tira y afloja que Hollandia Kloss declinó elevar a la justicia del emirato, como estipulaba el contrato, por no confiar en la imparcialidad de sus jueces en el caso. Sin embargo, sí había asegurado su trabajo en la Compañía Holandesa de Seguros (NCM), de carácter estatal, y entre 1983 y 1984 recibió unos 20 millones de florines en concepto de pago de la póliza.
Así fue cómo Hollandia Kloos dio por cancelada la deuda, que pasé a titularidad estatal y al terreno político. El Ministerio de Economía y la Comisión de Finanzas del Parlamento aprobaron el pago efectuado por NCM. Ahora, el Estado reclama 24 millones de florines a Kuwait, que sólo está dispuesto a pagar 11. La diferencia es de 13 millones.
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