El responsable de Transportes del Gobierno vasco se incorpora al consejo de Altos Hornos

El Consejo de Administración de Altos Hornos de Vizcaya (AHV) decidió ayer incorporar como vocal a Enrique Antolín, hasta ahora consejero de Transportes del Gobierno vasco en representación del partido socialista. La presencia de Antolín en la cúpula de la empresa es un primer paso para su designación como consejero delegado, a la que se opone abiertamente el presidente de la sociedad, Juan Luis Burgos.

AHV ha ganado 2.000 millones de pesetas en el primer semestre del año y espera cerrar el ejercicio con beneficios, por primera vez desde 1977.El desembarco de Antolín, patrocinado por el Banco de Crédito Industrial (BCI) y la Administración, ha sido dificultado por la hostilidad de Burgos y no ha encontrado los apoyos suficientes entre los miembros del consejo que representan a los bancos Bilbao-Vizcaya e Hispano y al accionariado privado. Juan Luis Burgos cree innecesaria la presencia de un consejero delegado en el equipo directivo actual porque, argumenta, puede romper el difícil equilibrio interno entre el capital público y el privado.

Burgos, no obstante, parece dispuesto a tomar en consideración la posible creación del puesto pero rechaza "la imposición" de un candidato a ocuparlo que no goce de su plena confianza.

La empresa ha recibido en los últimos años de organismos oficiales más de 250.000 millones de pesetas de ayudas para su reconversión. La Administración cuenta con cinco de los 12 miembros del consejo, en representación de la Sociedad de Gestión Siderúrgica y del BCI. El banco público dispone del 25% del capital, anteriormente perteneciente ala nortearriricana US Steel. Antolín entra al consejo dentro de este grupo de vocales. Su abandono del Gobierno vasco también ha provocado roces entre socialistas y nacionalistas.

AHV facturó en 1988 por valor de 100.766 millones de pesetas y consiguió un margen de explotación bruto de 22.949 millones. Las pérdidas del ejercicio, 4.578 millones, son las más bajas desde el hundimiento del sector en 1977. El cash-flow (resultado más amortizaciones) arroja un saldo positivo de 1.757 millones.

Burgos anunció en lajunta beneficios cercanos a los 2.000 millones de pesetas durante el primer semestre de este año. Está prevista la inversión de 35.000 millones en los próximos cinco aflos para conseguir mejoras.