Un satélite de investigación caerá a la Tierra en los próximos meses
La agencia espacial norteamericana, NASA, lucha contra el tiempo para recuperar una plataforma con experimentos, del tamaño de un autobús, que lleva más de cinco años en órbita alrededor de la Tierra y que puede caer en cualquier momento. El satélite debía haber sido recuperado al año de su lanzamiento, pero los retrasos en las misiones del transbordador espacial lo han impedido.
La NASA tiene previsto intentar el rescate del satélite, denominado Instalación de Exposición de Larga Duración, durante una misión del transbordador que se iniciará el próximo 18 de diciembre. Sin embargo la rapidez con que se está deteriorando su órbita hace muy posible que la misión no llegue a tiempo.La plataforma no dispone de sistema de propulsión propio, por lo que es imposible elevarla a una órbita más lejana. Transporta 56 experimentos destinados a estudiar el impacto de una prolongada exposición a las condiciones de espacio exterior y el hecho de que ya lleve cinco años en órbita la hace especialmente interesante para los científicos. Entre los más interesados están los científicos que trabajan en la Iniciativa de Defensa Estratégica (más conocida como guerra de las galaxias), que han presionado a la NASA para que recupere el satélite cuanto antes.
El organismo de defensa de Estados Unidos que sigue todos los satélites y objetos en órbita de la Tierra (Norad) ha señalado que la altitud del satélite disminuye cada día y que el 7 de enero próximo caerá a la Tierra, si no lo hace antes.
La mayor actividad solar actual, que causa turbulencias en la atmósfera terrestre, puede influir en que el satélite pierda altura con más rapidez. "En los últimos tres meses ha disminuido la actividad solar respecto a los meses anteriores, cosa que hemos apreciado en lo que vale", ha señalado William H. Kinard, científico principal del proyecto.
Pérdida
Si el satélite cae a la Tierra, todos los experimentos se perderían. Entre ellos están algunos destinados a examinar el bombardeo por micrometeoritos y por rayos cósmicos, así como 12 millones de semillas de tomate. El satélite mismo ha sufrido, al parecer numerosos impactos de trozos de la basura espacial que existe alrededor de la Tierra y sería estudiado para ver si su estructura se ha vuelto radiactiva y como ha afectado a sus elementos la prolongada permanencia en el espacio.El peligro que supone la caída de la plataforma a la Tierra, desintegrada en trozos relativamente grandes debido a la poca altura en que se encuentra, no ha sido evaluado públicamente.
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