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Los 'cuadros' comunistas chinos estudian los cambios a la espera de una purga masiva

Cerca de un millón de cuadros del Partido Comunista Chino (PCCh) iniciaron ayer el estudio de las resoluciones de la cuarta sesión plenaria del comité central en medio del temor de una purga masiva que puede afectar a centenares de ellos. La televisión nacional transmitió imágenes de reuniones del PCCh en todas las regiones del país en las que se critica con dureza los "errores del camarada Zhao Ziyang", se insiste en arrancar de raíz cualquier "influencia contrarrevolucionaria" y se destaca la necesidad de estudiar detenidamente los discursos del anciano líder Deng Xiaoping.

Qiao Shi, presidente de la comisión de disciplina del partido ortodoxo destacado, volvió a insistir en un encuentro con miembros del PCCh en que serán "severamente castigados" todos aquellos cuadros (mandos intermedios) que hayan apoyado con su actitud o sus prácticas a quienes han tratado de acabar con la vida socialista china.Según medios políticos, las purgas afectarán principalmente a las ciudades costeras, donde la corrupción ha erosionado las bases del partido y la credibilidad de éste ante los ciudadanos. Se rumorea que los primeros que caerán serán los hijos del destituido secretario general. El mayor, Zhao Dajun, es presidente de una empresa en Zhuhai, una de las tres Zonas Económicas Especiales (ZEE) de la provincia de Guangdong, fronteriza con Hong Kong.

Precisamente, uno de los enfrentamientos más claros entre Zhao y el primer ministro, Li Peng, tuvo como centro estas ZEE, que Li Peng considera auténticos focos de la penetración del capitalismo y que han creado serias diferencias entre la China del interior y la costera. El hijo menor de Zhao, que, al parecer, responde al nombre de Liang Yibei, está al frente de una delegación de la agencia de noticias Xinhua, en Macao. Esta agencia actuó en la época del aislamiento -y continúa teniendo esa característica en las colonias británica y portuguesa de Hong Kong y Macao- como una representación diplomática del Gobierno de Pekín.

Los servicios de seguridad chinos, que tenían no sólo sus propias cintas de filmación sino también las robadas durante la transmisión a las cadenas de televisión extranjeras que operaron en China libremente e incluso después de la declaración de la ley marcial, revisan ahora las películas y allanan domicilios de los sospechosos sin contemplación alguna.

"Una mancha de aceite"

"Desde la cúpula a a base, las purgas se exienden ahora como una mancha de aceite", comenta un periodista chino. Según éste, el segundo paso a dar está en el Gobierno. Aunque el primer ministro ha salido reforzado de la crisis, en su Gabinete se encuentran hombres muy cercanos a Zhao Ziyang, como el viceprimer ministro Tian Yiyun. Tian es un defensor a ultranza de la economía de mercado y puede considerarse el cerebro de la política de desarrollo de las zonas costeras.Otros de los que se encuentran en la cuerda floja es el ministro de Educación, Li Tiying, de 52 años, y presidente también de la Comisión Estatal para la Reforma de la Estructura Económica. Li, no sólo tendrá que vérselas con la comisión de disciplina por su apoyo a Zhao, sino también por la acusación lanzada por el hombrefuerte, Deng Xiaoping, de que dejó de lado la educación ideológica.

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Los jóvenes chinos son más individualistas y están más preocupados por su propia formación que por los intereses sociales que supuestamente deben de mover el sistema socialista gobernante. Li tendrá que responsabilizarse ante los ortodoxos de las "desviaciones" aparecidas en la juventud china.

En provincias, las purgas pueden ser incontables. Yang Rudai, jefe de la provincia de Sichuan, la más poblada de China, en la que Zhao hizo gran parte de su carrera política, podría ser uno de los primeros caudillos en perder el puesto.

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