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Educación califica de "salvajada" los videos contra el aborto exhibidos en un instituto de Móstoles

"¡Jo, cualquiera vuelve a clase después de esto!". Una varilla sacando una masa ensangrentada de una vagina, un feto descuartizado y una voz de niño gritando desesperadamente: "Dejadme vivir!". Unos 600 alumnos entre 14 y 17 años de un instituto de Móstoles se quedaron boquiabiertos cuando contemplaron el vídeo en clase de religión. Según el profesor, Saturnino Plaza, se trata de una proyección "pedagógica". El director provincial de Educación, Joaquín Pascal, calificó ayer el vídeo de "barbaridad y salvajada", y anunció que intentará que las películas no se vuelvan a proyectar en centros públicos de enseñanza.

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"No entiendo el porqué de tanto escándolo"

Hoy mamá me ha matado y Dejadme vivir. Las dos películas, de apenas diez minutos, tienen idéntico final: un feto de varios meses es sacado a trozos del útero materno con un objeto metálico.En la primera, la escena sanguinolienta se alterna con la mirada pensativa dé la madre arrepentida. El segundo documental va más lejos: la sangre del nasciturus se mezcla con imágenes del holocausto nazi y acaba con la explosión de la bomba atómica.

"Lo que más me impresionó fue el final, cuando sacan al niño. Parece un monstruo". Julián, 15 años y madera de jugador de baloncesto, contempló el vídeo en el seminario de Religión del instituto Manuela Malasaña hace cosa de un mes. "Las imágenes estaban manipuladas. Se notaba mucho, sobre todo al final".

En dos clases de Religión se hizo una votación previa: aborto sí, aborto no. En una ganaron por la mínima los partidarios; en la otra fueron mayoría quienes estaban en contra, Julián entre ellos. "Yo lo tenía más o menos claro, pero reconozco que si alguien estaba pensándoselo, después de ese final no tiene más remedio que ponerse en contra".

Ni a Julián ni a muchos otros estudiantes de Primero de BUP les agradó la proyección.

Todavía rebotan en sus memorias frases como éstas: "En lugar de buscar una mayor justicia social, se acepta que sean matados inocentes"; "En nombre de la propia libertad se pretende negar a otro ser la más importante de las libertades: la libertad de vivir; "Ahora ha nacido y dentro de mí ya no se puede matar"; "¡Mamá, no, quiero vivir, déjame vivir!"...

"Las escenas eran muy, muy fuertes", recuerda Emilia, de 15 años. "Se me quedó muy grabado cuando se compara el aborto con los nazis y cada vez que hablaba el niño para decir que no le mataran. Hay gente que dice que esto es normal, que se ven cosas así en la televisión. Pero te juro que yo nunca he visto nada parecido en la tele".

José Ignacio, de 14 años, sigue estando a favor del aborto en algunos casos. Aun después de haber visto el vídeo. "Creo que a veces está justificado, sobre todo cuando se sabe que el niño va a quedar mal".

Píldora, aborto y eutanasia

En Dejadme vivir se puede oír también una diatriba contra los anticonceptivos. La voz la pone un supuesto médico que aconseja a una futura madre: "Primero la píldora, después el aborto y luego la eutanasia. ¿Dónde iremos a parar?".Pero esta escena se la ha llevado el viento. "Sobre anticonceptivos no nos pueden contar cuentos, lo sabemos casi todo", afirman casi al unísono chicos y chicas de Primero de BUP. Todos se resisten a dar su apellido: "Todavía quedan por dar algunas notas".

La decisión de comprar los polémicos vídeos, hace ahora un año, corrió por cuenta de Saturnino Plaza, seglar y responsable del seminario de Religión. Plaza adquirió el material porque pensó que era "pedagógico y didáctico". Los vídeos son distribuidos por San Pablo Films, una firma radicada en la calle de Protasio Gómez y que pertenece a una congregación religiosa del mismo nombre, según informaron ayer en la citada empresa.

Plaza reconoció la dureza de algunas imágenes. "Nuestro objetivo es, precisamente, que haya debate entre los chicos. El hecho de que se proyecte un vídeo no quiere decir que estemos de acuerdo con todo lo que aparece. Yo no quería crear polémica".

La exhibición del vídeo en las clases de Religión pasó inadvertida durante un año. Hasta que llegó a oídos de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Móstoles.

"Se les está mandando unos mensajes a los chicos que les puede afectar de por vida", afirmó Ana María Rodríguez, presidenta de la FAPA. "No quiero entrar en la discusión de sí o no al aborto; lo que me preocupa es que se manipule de esa forma a unos adoslecentes".

La FAPA de Móstoles decidió llevar el caso al Ministerio de Educación.

El director provincial, Joaquín Pascal, está ahora a la espera de las conclusiones de una inspección técnica realizada en el instituto. "Hasta que no entremos en contacto con el delegado episcopal de enseñanza no puedo anticipar si se va a prohibir o desaconsejar la proyección del vídeo en centros públicos, pero intentaremos llegar a un acuerdo para que así sea".

Pascal ha tenido oportunidad de contemplar Hoy mamá me ha matado y Dejadme vivir. ¿Su opinión? "Me parecen una barbaridad, una salvajada".

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