España aconseja no viajar mientras reine el peligro

, España se sumó ayer a las recomendaciones de los principales países europeos de que no se viaje a China "mientras continúe la actual situación de inseguridad", según una nota difundida ayer por la Oficina de Información Diplomática. La mayor parte de las embajadas occidentales han recomendado la evacuación urgente de sus connacionales, mientras los turistas corrían al aeropuerto para huir ante el peligro de una generalización de la violencia.

Los embajadores de los 12 miembros de la Comunidad Europea (CE) en Pekín, reunidos bajo la presidencia del español Eugenio Bregolat, han aconsejado a los ciudadanos de estos países residentes en China que abandonen el país lo antes posible.El jefe del Gobierno español, Felipe González manifestó, por su parte, su preocupación y consternación por la pérdida de vidas humanas en China y declaró que no había seguridad sobre la evolución de los acontecimientos que se han llevado a cabo tras "un proceso que había levantado expectativas". González recordó que la CE estaba analizando ayer, en una reunión de cooperación política en Madrid, la situación en el país oriental y dijo que todavía no se había tomado una decisión respecto a la evacuación de los ciudadanos españoles en China.

La embajada española en Pekín ha informado que todos los ciudadanos españoles en esa ciudad se encuentran bien y que ha reservado habitaciones en dos hoteles cercanos a la sede diplomática -Sheraton y Kun Lun- para que puedan trasladarse a ellos los españoles que lo necesiten. Una acción similar han efectuado la mayoría de las embajadas de países occidentales, que estaban ayer preparando una salida masiva de sus ciudadanos para las próximas horas.

Muchos de los residentes extranjeros que viven en el área de Jinguomenwai, en el este, donde permanece desde el lunes por la noche una fuerte columna de defensa con casi una treintena de carros de combate, han abandonado sus domicilios por consejo de sus embajadas y están siendo evacuados a lugares más seguros; en algunos casos, a las propias legaciones diplomáticas.

Canadá ya evacuó a 58 miembros del personal de su embajada, mientras Australia se aprestaba a hacer lo mismo en breve con todos los funcionarios no imprescindibles. El ministro de Exteriores australiano, Garet Evans, justificó la medida afirmando que la crisis tiene todos los ingredientes de una guerra civil.Estados Unidos y la Unión Soviética también han establecido medidas de emergencia para proteger y repatriar a sus ciudadanos, especialmente estudiantes que viven en las residencias universitarias. El Reino Unido, en cuya embajada se apiñaban ayer decenas de turistas, estudiantes y hombres de negocios, envió ayer un Boeing 747 para evacuar a los 340 británicos que se encontraban en Pekín y desearan salir.

Dos aerolíneas japonesas, así como el Gobierno de Hong Kong, han establecido vuelos especiales para repatriar ciudadanos de sus países.

Colapso en el aeropuerto

La fiebre de evacuación de Pekín ha producido un colapso en el aeropuerto, donde todos los vuelos de salida estaban repletos y al menos 2.000 extranjeros aguardaban ayer el primer avión que tuviera plazas para huir, aterrorizados por los sangrientos sucesos del domingo y la presencia de carros de combate cerca de sus hoteles. Los vuelos que llegan a Pekín lo hacen con apenas una cuarta parte de sus asientos ocupados. Aún así, el lunes llegó a la ciudad un grupo de turistas franceses, que ayer están bloqueados en un hotel esperando coger un vuelo de regreso.

Entre los miles de evacuados el lunes se encontraban los hijos de los dirigentes más comprometidos con el movimiento reformista, entre ellos el secretario general del partido, Zhao Ziyang. Su partida hacia Cantón se produjo en medio de forcejeos y enfrentamientos entre diversas unidades del Ejército, según informó ayer la Prensa de Cantón.