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El poder de Gorbachov

Boris Yeltsin es un político soviético de clase trabajadora que cuenta con una merecida reputación de hablar claro. Ha declarado en el Parlamento soviético que Mijail Gorbachov acumula inmensos poderes y podría convertirse fácilmente en un dictador.El incremento de los poderes formales de Gorbachov se ha registrado paralelamente a un gran aumento de su influencia personal sobre tres de los principales órganos de control soviéticos: el partido, el ejército y los servicios internos de seguridad.

El Soviet Supremo tiene la atribución teórica de destituir al presidente. Pero el centralismo democrático supone que una decisión de este tipo no podría llevarse a cabo a menos que Gorbachov hubiera perdido completamente el control del partido. Si así fuera, se trataría más del clímax de un golpe que de la aplicación de un mecanismo constitucional. Gorbachov es ya, de hecho, un dictador, un dictador benévolo que cree en ciertas libertades, pero, no obstante, un dictador.

Todo el mundo, tanto el Este como el Oeste, ha estado de acuerdo con ello, ya que parece que la magnitud de los cambios que Mijail Gorbachov está tratando de realizar exige, durante un tiempo, que una única persona haya de tener tales poderes extraordinarios. Pero también es cierto que la prueba final de las reformas de Gorbachov bien podría estar en si él es o no capaz de reformarse a sí mismo.

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1 de junio

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