Espartaco califica de sensacional al público de Madrid
,Juan Antonio Ruiz Espartaco iba camino de la enla enfermería con un hilo de sangre que le bajaba esde el brazo, pese al torniquete, pero radiante de felicidad y señalando que el público de Madrid se había portado sensacionamente con él. Más preocupación había en los rostros de su padre y de Rafael Moreno, su apoderado, que le apresuraban para que se pusiera en manos de los médicos.
Pero Espartaco saboreaba el triunfo: "Sólo tengo un puntazito en el brazo, no es nada, y no me duele casi. Será por la alegría que llevo dentro, tanto por la oreja que he cortado como porque la pidieron la inmensa mayoría de los espectadores, que entendieron mi entrega hasta en la estocada. Ha sido un público sensacional". El subalterno retirado Boilla se fundió con él en un abrazo, e incluso algunos policías le felicitaban y jaleaban.
Mientras los doctores García Padrós le intervenían, las informaciones que llegaban del quirófano eran tranquilizadoras, porque aunque se trataba de una cornada, y no de un puntazo, no había afectado a vasos, nervios o tendones importantes. Oscar Chopera intentó entrar al quirófano, lo que le fue impedido por el policía que lo custodiaba, pese a que el hijo del empresario se identificó.
El padre del torero llamó a su mujer, Dolores Román, para contarle lo sucedido y tranquilizarle, lo que no consiguió plenamente. Tuvo que ponerse al auricular Rafael Sobrino, el peón de confianza del diestro, para repetirle que era un percance leve. Sus palabras y las del padre del torero, que le prometió una llamada de éste en cuanto saliese del quirófano, lograron ya. tranquilizarla.
Un picador lloraba
La emoción por el triunfo y el percance embargaba a la mayoría de las personas allegadas al diestro, que fueron concentrándose en la enfermería cuando acabó la corrida. Su picador Manuel Muñoz, que lloraba, besó y felicitó al padre del diestro.
Tras unos 20 minutos de operación, realizada con anestesia local, salió el diestro del quirófano dando ánimos a todos: "Ya os lo dije, no preocuparos que no es nada. Pasado mañana a torear en Haro, que es en conmemoración del centenario de la plaza y no podemos dejarlos tirados". "Más despacio, más despacio, ya veremos como estás mañana", le respondió Moreno.
Espartaco volvió a insistir en torear, se interesó por la actuación en el sexto de Joselito, al que felicitó por su triunfo, y preguntó a su padre si habla llamado a su madre. Se marchó por la puerta trasera de la enfermería, no sin antes pasarse por la capilla durante unos minutos.
El doctor Miguel García Padrós comentó que el músculo más afectado del brazo del espada era el cubital y confirmó que no se trataba de un percance grave. Su hermano Máximo, que esta mañana reconocerá a Espartaco, aconsejó a éste que no debía torear en Haro: "Aunque, la última decisión es suya, y no creo que le convenza".
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