Un simple, pero trágico fallo judicial

La familia de F. M. M. está convencida de que la violación de la que fue víctima en febrero, la segunda de las agresiones, fue propiciada por un error judicial. Ella no fue informada de que los dos detenidos por el primer ataque habían sido puestos en libertad.Chicón y Medina fueron detenidos el 10 de diciembre pasado y el juez Rafael Climent titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Sabadell, ordenó su ingreso en prisión. Sin embargo, el 24 de enero salieron de la cárcel de la Trinitat por orden del juez, que omitió comunicar el cambio de situación de los detenidos a la acusación particular, ejercida por la víctima de la agresión.

Al hacer esto, el juzgado dejó de cumplir el requisito de notificar a las partes pero, además, creó una situación que provocó un segundo drama para la mujer que al cabo de un mes fue abordada nuevamente y, en esta ocasión, violada sin saber que sus agresores estaban en la calle. Cuando F. M. M. denunció el segundo ataque, el juez ordenó la detención de Chicón y Medina, que volvieron a entrar en prisión el 24 de febrero pasado.

Tanto la policía como la misma familia han llegado a la conclusión de que ambos delitos han sido realizados por jóvenes de la misma pandilla, aunque será muy dificil identificar a los dos que observaron como era violada porque llevaban la cara tapada. El tercero que participó en las dos ocasiones no ha sido localizado. Éste último fue el que corroboró que la violación fue consecuencia de haber denunciado la primera agresión, ya que él mismo se lo dijo a la víctima.

Las consecuencias legales del error judicial se han reducido a un expediente administrativo que, en todo caso, puede concluir con una sanción por el incumplimiento de las normas de tramitación. Nada más.