Un tribunal pide informaciones sobre la relación entre servicios secretos portugueses y los GAL

ENVIADO ESPECIAL, El presidente del tribunal de Lisboa encargado de juzgar la trama portuguesa de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) ha reclamado oficialmente los resultados de la investigación sobre las supuestas implicaciones de los servicios secretos del Ejército luso con el grupo terrorista. A pesar de que han transcurrido más de 15 días desde que se cursó esta petición, el tribunal no ha recibido aún ninguna respuesta oficial.

Esta investigación, que ha sido reiteradamente calificada en medios jurídicos como un secreto de Estado, se inició al parecer en 1987, por orden del fiscal responsable del asunto. El magistrado Georges Ricardo dirigió el pasado 12 de mayo un oficio al Juzgado número 5 de Lisboa para reclamar los resultados de la investigación sobre los supuestos vínculos establecidos entre los servicios secretos del Estado Mayor del Ejército portugués (Dinfo) y la trama terrorista de los GAL.Ésta es la primera ocasión en que la judicatura portuguesa reclama oficialmente los resultados de esta investigación, que hasta el momento ha sido silenciada por la Administración o que en el mejor de los casos ha dicho que la relación entre los GAL y los servicios secretos es "inexistente".

El juez solicitó esta información en vísperas del juicio, fijado para el pasado 22 de mayo, contra cinco supuestos miembros de los GAL, con la esperanza de conocer en profundidad el alcance de la trama terrorista y juzgar en su globalidad la actuación de los procesados. El juicio quedó aplazado para el próximo día 9 de junio, pero las pretensiones del magistrado Georges Ricardo de conocer el resultado de estas pesquisas continúan en pie.

Por razones hasta ahora desconocidas oficialmente, dicha información no ha sido remitida al tribunal. Determinados sectores jurídicos opinan que este silencio no hace más que confirmar su "inexistencia real" y "la falta de voluntad política de llegar hasta el fondo de la trama terrorista organizada en Portugal".

Oscuras ramificaciones

Esta investigación. fue oficialmente promovida, en octubre de 1987, cuando el fiscal encargado del caso, José Carvalho, constató que en la trama terrorista existían unas oscuras ramificaciones en las que podrían verse implicados otros ciudadanos portugueses, diferentes a los hasta ahora encartados. El propio fiscal, en una conversación mantenida con EL PAÍS, calificó estas oscuras ramificaciones como "una nebulosa" en el seno del sumario.El funcionario se negó a identificar a las personas supuestamente implicadas en esta "nebulosa" y sobre las que se centraría la nueva investigación. Sin embargo, es de dominio público que los grandes protagonistas de esta confusa situación son dos ex responsables de los servicios secretos del Estado Mayor (Dinfo), el comandantes Pedro Manuel de Almeida Serradas Duarte y el teniente coronel Fernando Ramos.

Según se desprende de las primeras investigaciones, los dos militares habrían mantenido en diferentes períodos vínculos profesionales con uno de los miembros del comando de los GAL, Mario Correia da Cunha. Correia era un informador habitual de la DINFO y fue contratado por el subcomisario español José Amedo para reclutar mercenarios para actuar contra los refugiados etarras en el sur de Francia.

El fiscal Carvalho dejó el caso dos meses más tarde de promover esta investigación complementaria. Antes redactó el auto de inculpación contra los cinco procesados, que sirvió de base al primer juicio, celebrado hace dos años contra la trama portuguesa en el tribunal de Viana do Castelo. Los cinco terroristas fueron condenados por asociación ilícita.

El fiscal, al ser trasladado, no. pudo continuar tutelando ni impulsando la marcha de este segundo proceso que podría apuntar al corazón de. los servicios secretos portugueses. Carvalho es ahora corresponsable de la represión del narcotráfico, un cargo que se considera un ascenso en su carrera profesional, y ocupa un amplio despacho en unas nuevas dependencias de la Policía Judicial, en la avenida Duque de Loulé, de Lisboa.

Desde que este fiscal abandonó el caso de los GAL, la segunda investigación se encuentra prácticamente paralizada. El magistrado encargado de dirigirla ha asegurado a EL PAÍS que su marcha está supeditada al desenlace del caso Amedo.