Cogida muy grave de Pepe Luis Vázquez
Pepe Luis Vázquez sufrió ayer una cogida muy grave en su primer toro. El diestro sevillano le dio unos lances de recibo pero el toro apretaba hacia los adentros, y al tratar de sacarlo hacia afuera se cruzó en el camino del toro, que le prendió aparatosamente, haciéndole girar sobre el eje del pitón. Quedó inerte Pepe Luis y en la plaza hubo la sensación de las grandes tragedias. Efectivamente, Pepe Luis Vázquez tiene una tremenda cornada, que penetra en la cavidad abdominal.José Luis Parada hubo de matar cuatro toros. Ha mantenido su cotización el torero de Sanlúcar, aunque no tuvo una actuación brillante, unas veces por mor de sus enemigos y otras de la desigual calidad de su toreo. En el primero hubo toreo del bueno, sobre todo al natural, cargando la suerte y encadenando en una serie un redondo y un natural y el de pecho, con mando, temple y torería. Sin embargo en el mismo toro descargaba la suerte en los redondos, toreaba con la pierna retrasada y embarcaba en el pico.
Rojas / Parada, Vázquez, Pareja
Cuatro toros de Gabriel Rojas bien presentados (4º, sobrero) de desigual juego, y dos novillos de Juan Pedro Domecq, bien presentados, bravo y manso, respectivamente. José Luis Parada. dos pinchazos, estocada y descabello (vuelta); estocada caída (ovación); dos pinchazos (silencio); cinco pinchazos y descabello (ovación). Pepe Luis Vázquez: cogido muy grave en su primero, al torear con el capote. Martín Pareja Obregón: pinchazo, media atravesada y ocho descabellos; aviso (ovación en los medios); dos pinchazos, media y descabello (ovación)Plaza de la Maestranza, 25 de mayo. Corrida de la Prensa.
En el segundo, el que cogió a Pepe Luis, arriesgó mucho Parada, pues el toro apenas humillaba y tenía un lado derecho peligroso. Aquello no podía tener brillo. Su tercer toro -sobrero por devolución del titular cojo- tenía incómodo cabeceo y se vino abajo en la muleta por lo que la insistencia del torero resultaba baldía. El último era un inválido que la presidencia no accedió a devolver y sólo había que matarlo.
Martín Pareja Obregón no elevó la cotización respecto al día de su debú, pero es de justicia darle un voto de confianza. Le tocó, en primer lugar, un novillo excepcional, y aunque lo toreó con exquisito gusto en los ayudados por alto y algunos naturales de magnífica traza, en otros pasajes de la faena faltó mando y sólo había apostura. Su segundo novillo no fue tan bueno y Martín, en muletazos de desigual calidad, estuvo por encima de su enemigo.
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