Problemas técnicos retrasan una semana la adjudicación del satélite 'Hispasat'

Un problema técnico de utilización internacional de frecuencias ha retrasado hasta la próxima semana la adjudicación de la construcción del satélite español Hispasat, que deberá ser operativo en 1992. El Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones tiene prácticamente decidido, según fuentes no oficiales de la Administración, el consorcio que lo construirá -el formado por Matra y British Aerospace-, pero no se hará pública tal decisión hasta que no se haya resuelto la coordinación de frecuencias y haya obtenido el visto bueno del Consejo de Ministros.

Los responsables del Ministerio de Transportes solicitaron en los correspondientes organismos internacionales al menos cuatro frecuencias para el Hispasat, que ocupará una posición orbital situada en 31 grados Oeste. La discusión ha surgido cuando el consorcio internacional de satélites Intelsat que tiene asignado un lugar en la misma posición orbital, ha puesto objeciones a este número, de frecuencias y ha forzado a la negociación.Según algunas fuentes relacionadas con los responsables de los estudios de viabilidad del satélite, este problema podría incluso hacer cambiar la dirección de la adjudicación y aproximarla más hacia la empresa norteamericana Hughes que en las últimas semanas amplió las compensaciones para conseguir el contrato español. Este último supuesto ha sido, sin embargo, descartado por otras fuentes.

El equipo del ministro José Barrionuevo encargado de valorar las ofertas presentadas ha dado casi la misma nota a los proyectos propuestos por el consorcio franco británico Matra-British Aerospace y por el otro consorcio franco-alemán, Alcatel-Aerospatiale-MBB. Esto quiere decir que las ofertas para obtener la fabricación de un satélite, de tecnología espacial y de telecomunicaciones más avanzada, en el que están en juego cerca de 45.000 millones de pesetas (incluido el precio de la operación de lanzamiento), presentan unas contrapartidas muy similares.

Ventajas

Entre las ventajas propuestas por el consorcio Matra-British Aerospace, en el que también participa en menor medida, la empresa holandesa Fokker, figura la de ofrecer en torno a. un 35% de compensaciones industriales, de las que se beneficiarán algunas empresas españolas, como, por ejemplo, Construcciones Aeronáuticas (CASA), pública y filial del Instituto Nacional de Industria, que participaría en la fabricación de determinados componentes y en la estructura del satélite, e Inisel, otra empresa de la órbita del INI, que se responsabilizaría de los equipos del segmento de tierra.Las comisiones de evaluación han tenido en cuenta las ventajas técnicas, económico-financieras, participación española, coordinación de los sistemas y capacidad de programas de los proyectos presentados a la hora de proponer la decisión final, que será adoptada por el ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, José Barrionuevo.

Fuentes de lá Administración han señalado que esta decisión ya no puede retrasarse más si se quiere poner en órbita el primer satélite en diciembre de 1991 para que sea operativo en 1992 y pueda servir ya de soporte para las transmisiones de telecomunicaciones que se van a derivar tanto de la Exposición Universal de Sevilla como de los Juegos Olímpicos de Barcelona. El segundo satélite de reserva será lanzado en abril de 1992.