Tres procesados exculpan a De Paula de la agresión contra el amigo de su esposa
La vista oral del juicio contra Rafael de Paula y otros cuatro procesados, acusados de un delito de homicidio frustrado en la persona de José Gómez Carrillo, se reanudó ayer con las declaraciones de tres de los implicados, que exculparon al torero de intervenir en los hechos por los que el fiscal solicita para Pauta una pena de siete años de cárcel.
Rafael de Paula, que se mostró sereno en las dos jornadas celebradas ya del juicio, protagonizó antes del comienzo de la vista de ayer un incidente con un fotógrafo del Diario de Cádiz al que golpeó después de que éste le mostrase un carné profesional donde la foto del reportero tenía dibujados unos cuernos sobre su cabeza.Paula arremetió contra el redactor gráfico golpeándolo con el puño después de que el fotógrafo le dijese "mira, como tú" y antes de que la policía -presente en el edificio de la Diputación de Cádiz, sede provisional de la audiencia- pudiera intervenir separando a ambos.
En el interrogatorio de los otros cuatro procesados, todos coincidieron en señalar que el torero jerezano había estado al margen de los hechos que se le imputan en el juicio. Enrique Vidarte, empresario vasco acusado de inductor, se inculpó de todas las acciones acometidas por Oswaldo Hernández, autor material de la agresión a Carrillo. Vidarte aseguró que el torero estaba al margen de su propio interés por "dar un escarmiento" a Gómez Carrillo y que fue una "iniciativa propia sin contar con Paula". El empresario aseguró que la idea era simplemente la de "dar un susto a Carrillo para que el torero supiese que había gente que lo apoyaba".
Rafael de Paula, que declaró la noche del lunes, aseguré que "Vidarte ha hecho en esta película el papel de tonto, y yo soy la cabeza de turco, porque esto se conoce como el caso Paula, no sé con qué interés ni movido por quien". El torero reconoció a preguntas del fiscal que tuvo sospechas de una infidelidad matrimonial de su esposa, por lo que encargó una investigación al detective privado José Antonio Galán Venegas. Indagaciones que concluyeron, según Paula, sin que el detective determinase la presunta relación sentimental de su mujer, Marina Muñoz, con el agredido, y después de que el matrimonio se separase de mutuo acuerdo.
El torero, que comenzó su declaración invocando a los derechos humanos y a la Constitución, para negarse a contestar las preguntas que afectasen a su intimidad, se negó a responder una pregunta del fiscal en la que se hacía referencia a las visitas de su mujer al casino de El Puerto de Santa María, donde trabajaba Carrillo, y a las grandes sumas de dinero que invertía en el juego.
La vista oral continuó ayer con las declaraciones de José Raul Robles, vecino de Éibar que acompañó a Oswaldo Hernández durante su desplazamiento al lugar donde se produjeron los hechos. Éste negó conocer la finalidad del viaje y se retractó de una carta, enviada por él durante la instrucción del sumario en la que señalaba que Rafael de Paula estaba detrás del asunto. A preguntas de su defensa, Robles, sin embargo, manifestó que la carta fue escrita después de que Oswaldo le informase durante su estancia en la cárcel de toda la trama, así como después de conocer un escrito firmado por Vidarte, que le enseñaron a él y a Oswaldo, los abogados Pedro Lassaleta y el letrado defensor de Oswaldo, José Manuel Jareño.
Tratamiento psiquiátrico
El último implicado en declarar fue Vicente Portalés, que dejó en evidencia que su relación con el torero era algo más que la del chófer de su cuadrilla. Reconoció que se sentía amigo de Paula y que colaboró con el detective privado en la colocación de una grabadora en el domicilio matrimonial del torero. Portalés, cuyo letrado informó a la sala que se hallaba bajo tratamiento psiquiátrico, aseguré emocionado que visitó con frecuencia a Paula en su domicilio tras su separación matrimonial.A la vista asiste como observador Gaspar Jiménez Jiménez, abogado de Marina Muñoz, que declaró que el matrimonio Paula permanece separado de hecho y que el torero visita con frecuencia a sus dos hijos, que viven con la madre.
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