La mayoría de los viajeros que van a países tropicales sale indefensa frente al paludismo y otros males

Gran parte de los viajeros que se dirigen hacia países tropicales lo hace sin las medidas profilácticas adecuadas para no contraer algunas de las enfermedades que, como el paludismo, son endémicas en gran parte de estos países, según un estudio efectuado por la unidad de Medicina Tropical del hospital Clínico de Barcelona. En muchos casos, la despreocupación de los propios viajeros es la causa de que contraigan males que hubieran podido evitar. Pero un elevado número de turistas, a pesar de haber solicitado asesoramiento a Sanidad Exterior, ha contraído enfermedades porque la información recibida no fue correcta.

El estudio ha revelado que el 73% de los turistas españoles que se dirigen a los países tropicales, donde el paludismo es endémico, viajan sin ninguna información médica acerca de las medidas profilácticas que deben adoptar para evitar contraer la enfermedad. El estudio está basado en una encuesta realizada en el aeropuerto de El Prat entre junio y septiembre de 1987 en la que Se entrevistaron a 928 pasajeros que partían con destino a países tropicales. Los resultados fueron reveladores: el 45% de ellos salían de España sin otra información que los consejos genéricos proporcionados por las agencias de viajes y el 28% sin ningún tipo de información médica previa.Pero el estudio reveló también que quienes se habían preocupado por obtener una información adecuada, en muchos casos no la obtuvieron o fue deficiente. Un 20% de los pasajeros acudió al médico de cabecera que, habitualmente, no está preparado para afrontar este tipo de consultas. Sólo un 23% de los encuestados había acudido, en algunos casos después de un confuso peregrinaje, a un centro de Sanidad Exterior, que es el lugar teóricamente indicado, pero más de la mitad de ellos había recibido una información incorrecta en cuanto al tipo de protección contra determinadas enfermedades o en cuanto a las dosis de vacuna aconsejadas.

"Los centros de Sanidad Exterior reciben puntualmente la información que publica la Organización Mundial de la Salud y los boletines que editamos para informar sobre la patología variable como es el paludismo. De modo que pueden facilitar una información correcta", afirma Jesús Lozano, jefe del servicio encargado de estas oficinas en el Ministerio de Sanidad. "Otra cosa es que en algún momento, en algún centro, no se produzca el funcionamiento adecuado. Pero me extraña, porque no tengo quejas generalizadas sobre ningún centro".

La encuesta, sin embargo, revela algunas deficiencias: "La mayoría de las personas encuestadas que utilizaron algún fármaco de protección, había tomado combinados inadecuados o dosis insuficientes", afirma el doctor Corachán, responsable de la unidad de Medicina Tropical del Hospital Clínico de Barcelona. "El problema es que se precisa una medicación profiláctica diferente según la zona de destino. El tratamiento preventivo contra el paludismo no ofrece nunca una protección total, pero si la dosis o la combinación de los fármacos no son las más adecuadas, la protección puede ser ínfima, con el agravante de que el viajero se cree protegido. Las consultas sobre protección contra determinadas enfermedades tropicales no puede resolverse con una mera lectura de los folletos de la OMS", añade.

En ocasiones, el doctor Corachán ha tenido que salir a atender enfermos graves en diversos puntos de España. A veces la situación es desesperada, como cuando hace dos años fue requerido con urgencia desde un hospital de Valencia para atender a una paciente que había contraído el paludismo y llevaba ya varios días en coma. También en este caso, la paciente había recurrido a un centro de Sanidad Exterior y había recibido una información incorrecta.

Tratamientos inadecuados

"El problema es que muchos de los hospitales ni siquiera disponen de los tratamientos adecuados para atender a estos pacientes. Por ejemplo, quinina endovenosa", afirma el doctor Corachán. "Existen además nuevos tratamientos antimaláricos, como la mefloquina o la halofantrina, que ni siquiera han llegado todavía a España", añade. "Pero lo más grave es que un medicamento como el paludrine, que es uno de los fármacos más recomendados internacionalmente en los últimos años para el tratamiento profiláctico, tampoco está disponible en España. Los que ahora tenemos no ofrecen la mejor protección para viajar a los países de Africa central y del Este, ni a los del sudeste asiático. Tenemos que recurrir a combinaciones que en otros países ya no se utilizan y cada vez son más los viajeros que se dirigen a estas zonas del planeta".Para abordar este problema es preciso, según el doctor Corachán, reestructurar los servicios de orientación al viajero y crear programas de formación del personal, además de campañas que mejoren la educación sanitaria de la población.