Mitterrand da prioridad al desarme convencional en Europa
Francia otorga la prioridad al desarme convencional en Europa, aunque aceptará la modernización de los misiles de corto alcance, "para garantizar la seguridad de la Alianza Atlántica", si no se logran progresos en la reducción de armamento clásico. El presidente de la República Francesa, François Mitterrand, resumió así ayer la posición francesa ante el debate de la próxima cumbre de la OTAN. Afirmó asimismo: "No ha llegado el tiempo de la opción triple cero de desarme
En la primera conferencia de prensa que concede desde que fue reelegido hace un año, Mitterrand respondió a cuestiones de política exterior y defensa durante una hora y 35 minutos. En su primer septenio, el presidente francés, que calificó estas conferencias de prensa de "bastante raras", sólo había comparecido ante los periodistas en cuatro ocasiones.Mitterrand recordó su postura expuesta en el Consejo Atlántico de la OTAN de 1982 sobre el desarme en Europa y se mostró partidario de conceder un plazo hasta 1992 -"cuando los misiles de corto alcance se habrán quedado viejos"- para tomar entonces una decisión en torno a la modernización, a la vista de los resultados de las negociaciones de Viena sobre armas convencionales.
El verdadero desequilibrio, señaló el presidente francés, se producirá entonces, aunque admitió que "es posible que ya exista actualmente, como dicen algunos". Confió en que la próxima discusión de Bruselas "no sea dramática", pese a la magnitud del actual enfrentamiento entre Estados Unidos y el Reino Unido, partidarios de la modernización inmediata, y la República Federal de Alemania (RFA), que se opone a la sustitución de los cohetes Lance, basados en suelo alemán.
Nada más terminar la conferencia de prensa, Mitterrand recibió en el Elíseo al ministro de Asuntos Exteriores de la RFA, Hans Dietrich Genscher, principal arquitecto de la doctrina alemana occidental en este terreno.
Mitterrand repitió que Francia es un aliado "leal y solidario", pero advirtió que no está afectada directamente por el debate, debido a su no participación en el mando militar integrado de la OTAN. En el fondo, la ambigüedad francesa y la prioridad concedida al desarme convencional están dirigidas a evitar que su fuerza nuclear sea incluida un día en las negociaciones de desarme.
Estrategia autónoma
Mitterrand destacó que Francia proseguirá "su estrategia autónoma de disuasión", afirmó que "no ha llegado el momento de la opción triple cero" y minimizó la reciente oferta de desarme en Europa hecha por el líder soviético, Mijail Gorbachov, que "afecta sólo al 5% de las 10.000 cargas nucleares de la URSS".Sentado sólo ante una mesa cuadrada cubierta con un mantel beis, con las banderas de Francia y de Europa a su espalda y el Gobierno en pleno a su izquierda, Mitterrand inició la conferencia de prensa con una alucución en la que expuso los principales ejes de la política exterior de Francia: defensa de la paz, construcción de Europa, apoyo al diálogo Norte-Sur y al desarrollo del Tercer Mundo, especialmente en el "problema dramático" de la deuda, y defensa de los derechos humanos.
Mitterrand situó la defensa de la paz y el desarme como el principal objetivo de Francia, aunque condicionó la suspensión de los ensayos nucleares a que hagan lo mismo EE UU, la Unión Soviética y el Reino Unido.
En cuanto a las discrepancias en el Gobierno francés sobre la reducción de los créditos militares, anunció una decisión la próxima semana, aunque adelantó que los principales programas -misil Hades, avión de combate Rafale y portaviones nuclear Charles de Gaulle serán mantenidos. "Esta conferencia de prensa no es un arbitraje público", afirmó entre las sonrisas de los ministros afectados por las divergencias presupuestarias.
Con su estilo irónico y coloquial, dominando la escena, el presidente francés se comprometió claramente en la defensa de la Europa política. La unión económica y monetaria, el espacio social, la Europa cultural y audiovisual, la mejora del medio ambiente y la Europa de los ciudadanos "sólo se conseguirán con una voluntad política" que lleve a una nueva realidad europea, dijo. Resaltó que el Acta única "no es sólo una reforma económica" y afirmó que "Francia dirá siempre sí a la construcción europea y no a lo que la impide o la destruye".
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