La acusación pide cinco meses de prisión para el director de la cárcel de Teruel
El director del centro penitenciario de Teruel, Julián Pérez de Gracia, y seis funcionarios fueron juzgados ayer en esta ciudad aragonesa acusados de un delito de malos tratos contra el preso José María García Muñoz, de 18 años. Mientras la acusación particular solicita la pena de cinco meses de arresto mayor y suspensión para cada uno de los acusados, el fiscal jefe de la Audiencia, Antonio Narváez, y el abogado defensor piden la absolución.
Ambos consideran que no han sido probados los hechos. El joven José María García murió asesinado el 12 de febrero de 1987 en la prisión de Teruel a manos de otro interno que le asestó 17 puñaladas. Estos hechos se produjeron dos meses después de que el joven denunciase a varios funcionarios de la prisión por malos tratos.Representantes de la Asociación Contra la Tortura acusaron ayer al presidente de la sala, Luis Pérez Romero, de tener durante la vista oral una "actuación palpable de negación sistemática para la labor de la acusación particular".
Según Silvia Fajarnés, letrada de la acusación particular, José María García Muñoz fue objeto de diversas agresiones y malos tratos continuados por los inculpados, cuando cumplía una condena por robo en la prisión para jóvenes de Teruel. La letrada Silvia Fajarnés afirmó que el joven José María García recibió "un trato inhumano y degradante", y añadió que los acusados mantuvieron al recluso en una celda de aislamiento seis meses ininterrumpidos, "a pesar de no haber obtenido la necesaria autorización judicial para castigos de más de 14 días".
Toda la noche
En su informe, la acusación particular asegura que el día 5 de septiembre de 1986 14 funcionarios, entre los que se encuentran los acusados, "puestos de acuerdo y preparados para ello, propinaron, golpeando lenta y contundentemente la cara, riñones y glúteos de José María García"."Posteriormente", siguió diciendo la acusación particular, "sujetaron al interno a la cama con esposas en los pies y en los brazos y lo mantuvieron en esa situación toda la noche". En la vista oral, celebrada en la sala del juzgado de distrito de Teruel, el director de la prisión señaló que en el momento de los hechos se hallaba de vacaciones y que la utilización de las esposas entra en las medidas normales de seguridad en un centro penitenciario. En otro momento del interrogatorio Julián Pérez de Gracia comentó: "No se puede decir 'voy a procurar no hacerle un cardenal o voy a procurar que no se caiga'. Es evidente que la defensa de goma produce un roce en la zona donde se aplica".
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