La cuadra de picar.
La cuadra de picar de Las Ventas, propiedad de El Pimpi, suscita cada tarde la protesta de los aficionados por las escasas condiciones que tienen sus caballos para llevar a cabo el tercio de varas. El problema se agrava en los que se comportan como si estuvieran resabiados. El pasado martes uno de esos caballos, seguramente resabiado, pegaba brincos cada vez que sentía cerca al novillo -según puede apreciarse en la foto-, sin que el picador fuera capaz de dominarlo, y se espantaba de tal manera que llegó a estrellarse contra las tablas. Aquello parecía un rodeo. Son muchos los picadores que hacen mal la suerte de varas, en unos casos por incompetencia y en otros deliberadamente, pero también son muchos los que no pueden hacerla bien aunque saben y quieren, pues los caballos que han de montar son inservibles para esta función, que es fundamental en la lidia.
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