El embajador de EE UU acusa a Noriega de incitar al asesinato del candidato Ford
ENVIADO ESPECIALEl embajador de Estados Unidos en Panamá, Arthur Davis, declaró al abandonar ayer el país, para cumplir con la llamada a, consultas por su Gobierno que el ataque contra el candidato opositor a la vicepresidencia, Guillermo Ford, fue un intento premeditado de acabar con su vida. Davis acusó directamente al general Manuel Antonio Noriega del atentado y llamó "amigos" a los demás oficiales de las Fuerzas de Defensa.
Arthur Davis manifestó que, pese a su salida del país, seguirá actuando como embajador y que regresará a Panamá "cuando las condiciones permitan el restablecimiento de relaciones normales entre Estados Unidos y un Gobierno legítimo en Panamá". Anunció mientras tanto, seguirá trabajando "para conseguir un Panamá libre y democrático". El embajador norteamericano reveló que disponía de informes que demuestran que el ataque del pasado día-10 contra Ford "tenía toda la intención de matarlo", y añadió que existen pruebas contundentes de que los matones de Noriega fueron los autores". Según él, sólo la valentía de los guardaespaldas de Ford, uno de los cuales perdió la vida, salvó al dirigente opositor.
Arthur Davis advirtió en su conferencia de prensa que no quería referirse a Noriega por su rango de general y manifestó que sabe que "en las Fuerzas de Defensa hay oficiales y soldados profesionales y honorables que deploran el cobarde uso de la violencia contra su propio pueblo desarmado".
Hizo, por último, un llamamiento al mundo para que "no adopte un posición pasiva cuando dos millones de personas son rehenes de Noriega y de su minúscula banda de cómplices". Además del embajador de EE UU, han sido llamados a consultas por sus gobiernos los representantes de México y Venezuela, dos de los principales líderes continentales, y se esperan nuevas medidas contra Panamá en la reunión de urgencia que la Organización de Estados Americanos (OEA) mañana en Washington. Con la salida de Davis y el despliegue de fuerzas militares fuera de las bases, en las riberas del Canal, la presión de Estados Unidos contra Panamá ha llegado a su punto más alto. El domingo fueron trasladados de una base norteamericana a otra, bajo protección de soldados estadounidenses, varios grupos de ciudadanos panameños que en los últimos días pidieron refugio en los centros militares de EE UU. La mayoría de ellos son habitantes de las localidades de Veracruz y Arraiján, que cruzaron los pocos metros que les separan de las bases después de los incidentes registrados tras la jornada electoral del pasado día 7.
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