Moscú advierte a la OTAN que podría rearmarse

El ministro de Asuntos Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, advirtió ayer en Bonn que, en caso de modernizar la OTAN su arsenal de misíles de corto alcance, la URSS se vería obligada a desarroIlar y desplegar un nuevo sistema de misíles nucleares. El ministro soviético dijo que la URSS no quiere dar pasos hacia el rearme, pero que "esto tendría que considerarse, aunque no sería por decisión nuestra".

Felipe González, presidente del Gobierno español, intervino en la noche del viernes en un coloquio organizado por el Grupo de Bilderberg sobre España y la Comunidad Europea, en La Toja. González dijo que la próxima cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de países miembros de la OTAN, que se celebrará en Bruselas los próximos días 29 y 30, "no se centrará en un debate sobre los misiles de corto alcance". González valoró la última oferta sobre desarme de Gorbachov como "bastante insuficiente, en tanto que oferta de reducción, para que produzca un efecto deseable en la Alianza Atlántica".En los debates del balneario pontevedrés asisten la reina Beatriz de Holanda, el ex secretario general de la OTAN lord Carrington; el ministro de Asuntos Exteriores de Austria, Franz Vranitzky; el ex primer ministro de Portugal Francisco Pinto Balsemao; el ex ministro español de Economía y Hacienda Miguel Boyer; el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kisinger, así como el presidente y el consejero delegado de PRISA, editora de EL PAÍS, Jesús de Polanco y Juan Luis Cebrián, respectivamente, informa Juan G. lbáñez.

Clara advertencia

Las declaraciones de Shevardnadze son la advertencia más clara hecha por el Kremlin hasta ahora de que Moscú responderá con un nuevo rearme a la modernización de los misiles nucleares estacionados en la RFA que Washington y Londres quieren imponer en contra de la postura de Bonn. El ministro soviético fue incluso más lejos cuando aseguró que el asunto de los mísiles de corto alcance podría afectar a las negociaciones sobre otro tipo de armas. No especificó de cuales se trataba, pero en el ánimo están las conversaciones START sobre misiles intercontinentáles -cuyo reinicio se acordó esta semana en Moscú durante la visita de James Baker-, las conversaciones de Viena sobre armamento convencional y las negociaciones sobre armas químicas.Se produce dos días después de que la URSS anunciara la retirada unilateral de 500 misiles de corto alcance que no eliminan la superioridad soviética en estas armas en el escenario europeo, pero fortalece al movimiento contra la modernización en la OTAN y en especial en la RFA.

Ayer quedó en absoluta evidencia que a dos semanas de la cumbre de la OTAN, las posiciones de Moscú y Bonn son mucho más cercanas que las del Gobierno federal y la de sus aliados en Estados Unidos y el Reino Unido. El canciller Kohl y su ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher, reforzaron, tras conversaciones con Shevardnadze, la postura alemana favorable a las negociaciones sobre misiles de corto alcance y el aplazamiento de la decisión sobre la modernización de los Lance.

El ministro soviético concluyó ayer una visita de dos días a Bonn para preparar el viaje del máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, a la RFA en junio. Shevardnadze calificó la modernización de los Lance de "desarrollo de un nuevo sistema de armas", como ya había dicho en vísperas de su llegada el embajador soviético en Bonn, Yuli Kwizinski. El ministro soviético comparó el nuevo misil que la OTAN quiere desarrollar para sustituir a los Lance con los SS-23 que la URSS está desmantelando. Shevardnadze defendió la postura de la RFA en la controversia desatada en el seno de la OTAN sobre la modernización de los misiles de corto alcance y calificó su encuentro con el canciller federal y el ministro Genscher de "reflejo de una nueva era" en las relaciones entre Bonn y Moscú.

Los planes de modernización de la OTAN contemplan el desarrollo de un nuevo misil que sustituya al Lance, de 120 kilómetros de alcance, que estará obsoleto en 1995.