La CEOE aplaude las recientes medidas sobre control del gasto

El comité ejecutivo de la CEOE analizará en su reunión de esta semana las medidas de política presupuestaria y fiscal que adoptara el Consejo de Ministros en su reunión del pasado viernes. No obstante, y con independencia de la valoración que la patronal haga en detalle en los próximos días, en una nota hecha pública ayer señalaba que es positivo que, tal como la patronal venía solicitando y como ha recomendado el Fondo Monetario Internacional, se hayan arbitrado medidas de control del gasto público y de carácter fiscal para mantener un crecimiento equilibrado de nuestra economía y controlar la inflación.Estas medidas, a juicio de la CEOE, suponen acabar con el error de encomendar exclusivamente a la política monetaria la misión de controlar el crecimiento de los precios, que ha traído como consecuencia la elevación de los tipos de interés, el encarecimiento de los costes financieros de las empresas y la apreciación indebida de la peseta.

En otro punto de esta nota de la patronal se lamenta de que los recortes del gasto público afecten de forma significativa a las inversiones, cuando éstas para la CEOE son las que más contribuyen a darle eficacia al sistema económico porque tratan de solventar las graves carencias en infraestructura de la que aún carece España.

Giro social

Para los responsables de la CEOE, nuevamente se pone de manifiesto que "cualquier pretendido giro social que demagógicamente se realice" pasa luego factura de tal modo que todo lo que se incremente en gastos corrientes e improductivos debe ser luego compensado para evitar males mayores, con menos gastos de inversión y más impuestos.Por lo que respecta a las medidas fiscales, para la patronal la solución adoptada ha sido el adelanto y el aumento de los pagos a cuenta del impuesto de sociedades que satisfacen las empresas. Se echan en falta, dice la nota, medidas directamente encaminadas a mantener el consumo en unos niveles más equilibrados. La CEOE señala además que las empresas están sufriendo con intensidad los efectos negativos del uso de la política monetaria tanto en sus costes financieros como en su competitividad exterior. En especial, la apreciación artificial de la peseta, que ha llevado a una progresiva pérdida de pulso en su capacidad exportadora.