Leguina: "No he ofrecido nada a Piñero para que se abstenga en mi censura"

"Me resisto a abandonar el cargo por algunas razones que no son de índole personal. No tengo interés en seguir amarrado a esta bola. Como en los tebeos, sólo falta que me pongan el traje a rayas", afirmó ayer el socialista Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, indignado por la lectura de los periódicos del día. "Tampoco he hecho ninguna oferta concreta a los diputados del Partido Regionalista Independiente de Madrid (PRIM) para que no apoyen la moción de censura que preparan el Partido Popular y el CDS", agregó Leguina, que no descarta un gabinete de coalición con IU y el PRIM tras la votación de la censura.

La decisión de Nicolás Piñeiro, uno de los dos diputados del PRIM, de romper con su compañero de partido y no conceder su apoyo -imprescindible para que prospere- a la operación de populares y centristas para desbancar a Leguina ha levantado todo tipo de suspicacias sobre el precio de esta decisión. El presidente madrileño, que también ha dado pie a las suspicacias con algunas declaraciones equívocas a una emisora de radio, niega ahora de forma tajante que haya ofrecido ningún cargo o gabela a Piñeiro y se esfuerza en explicar sus razones para resistirse a abandonar el cargo frente a las críticas periodísticas."Ciertos creadores de opinión han difundido la idea de que lo que teníamos que hacer los socialistas en la Comunidad de Madrid era decirles a los diputados del PRIM que votaran con el Partido Popular e irnos a casa. La verdad es que lo pensamos, pero era un pésimo favor a la institución", asegura Leguina.

"En 1987, tras las elecciones, el CDS podía haber pedido un pacto muy distinto al que plantea ahora para gobernar la Comunidad de Madrid, incluso podía haber reclamado la presidencia. Era legítimo", explica Leguina, que en aquellos días les ofrecióun acuerdo que aquellos rechazaron. "Lo de ahora es muy distínto. Ante un cambio de opinión del CDS repentino y con el sólo mensaje de que se puede derribar al PSOE sin pasar por las umas, me parece que hay que resistir".

La decisión del CDS

La decisión del CDS, según Leguina, no se explica ni desde un punto de vista programático ni institucional. "Pudieron formar un gobierno estable con nosotros, como les ofrecimos, respaldado por 57 diputados sobre los 96 de la Asamblea y no quisieron; pudieron acordar un gobierno. menos estable, pero de mayoría, con Alianza Popular, y tampoco. No accedieron a un acuerdo prograinático con nosotros y lo único que pactaron fue darnos apoyos puntuales y cedemos la presidencia del Ejecutivo a cambio de respaldarles en la presidencia de la Asamblea". De esta forma se ha funcionado, agrega Leguina, "y a mi juicio se ha hecho bien. Se han ido produciendo acuerdos con IU y CDS y se han aprobado a tiempo los presupuestos, se han elaborado algunas leyes y han funcionado las instituciones de la Comunidad".De repente, añade, "el CDSrompe este pacto y no lo hace para reforzar la estabilidad del gobierno regional madrileño, ya que sigue negándose a un acuerdo con nosotros, sino para sacar adelante un ejecutivo aún más inestable al estar apoyado por tres partidos muy diferentes y contar sólo con la exígua mayoría.de un voto en la Asamblea".

El presidente Leguina asegura, además, que el 61 % de los votos del área metropolitana en las elecciones autonómicas del 117 ftieron a las formaciones. de Izquierda (PSOE, Izquierda Unida, PT, Verdes y otras formaciones); por sólo un 19,5% para el centrismo (CDS, PDP, Humanislas y otros) y un 19,4%. para la derecha (AP entonces, Partido Populai hoy). "De ahí mi resístericia a que la derecha nos desplace del Gobierno regional por un mero juego de acuerdos entre Manuel Fraga y Adolfo Suárez que nada tienen que ver con la voluntad del electorado madrileño ni con los intereses de la propia Comunidad de Madrid". Leguina afirma además que los votos que respaldaron al CDS en la campaña del 87 eran de centroizquierda. "Así que son los dirigentes del CDS quienes deben explicar el cambio y no nosotros".

Joaquín Leguina asegura que no han mantenido ningún contacto con los diputados del PRIM hasta hace ocho días. "El jueves de la semana pasada me pidieron una entrevista y tuvimos una conversación breve en mi despacho de la Asamblea. Me dijeron que no hablan tenido todavía ninguna reuni0n conjunta con los portavoces de PP y CDS y que querían hablar con todos los grupos antes de adoptar una posición sobre la anunciada moción de censura. Yo les dije que nosotros eramos menos competencia para ellos como partido que PP y CDS en el espacio que pretenden ocupar que es el regionalista".

Nueva entrevista

"El lunes último volvieron a solicitarme una entrevista y nos vimos aquí, en mi despacho de la Puerta del Sol. Me preguntaron que cuanto tardarían en volver a funcionar las instituciones de la Comunidad si prosperaba la sustitución del Gobierno. Les dije de seis meses a un año si las cosas iban bien y les insistí en que el PSOE era menos competitivo con el electorado del PRIM que la alianza de centroderecha. Dijeron que iban a celebrar una reunión de la ejecutiva de su partido esa misma tarde para decidir. Y eso es todo. Ni ellos me pidieron nada, ni yo les hice ninguna oferta concreta", asegura Leguina."¿Y si me hubiesen pedido algo a cambio de no apoyar la moción? Pues les hubiera dicho que primero habría que ver que pasaba con la moción y que luego hablaríamos. Y pienso dialogar con todos los partidos, ya que la situación es muy distinta tras el anuncio de esta moción". En los últimos días se ha entrevistado con diputados de IU y entre otras hipótesis ha barajado con ellos la posibilidad de un gobierno de coalición en el que participaría también el PRIM. "Si, es cierto. Hubo este encuentro informal y se abordó esa hipótesis. Pero yo no he hablado de esta posibilidad con el PRIM, y la decisión de IU no depende de los diputados que comieron conmigo sino de la dirección nacional".