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Repsol no pudo cruzar operaciones en su estreno bursátil

El primer día de Repsol en bolsa se saldó con un marcado acento de posiciones compradoras que no encontraron papel suficiente para conseguir su objetivo. En la Bolsa de Madrid se confeccionó una lista de peticiones ante la imposibilidad de cruzar operaciones en el recién estrenado corro, con el resultado de algo más de 17 millones de acciones a la compra y tan sólo 500.000 a la venta.Para poder cruzar operaciones es necesario que la contrapartida alcance un 20%, en este caso una cantidad cercana a los 3,5 millones de acciones, por lo que se publicó posición de dinero sin operaciones al 408%. En Barcelona este nivel se estableció, en el 411 %, y en Valencia al 415%. En Bilbao, la empresa consiguió cerrar al 430%.

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En Nueva York, Repsol era a media tarde de ayer el segundo valor más cotizado, con un volumen de tres millones de acciones negociadas y un cambio de entre el 400 y el 420%.

En cualquier caso, en España, la compañía no ha podido responder a las expectativas creadas. Prueba de ello es que las peticiones han sido cinco veces mayores que la oferta de compañía, establecida en 79,75 millones de títulos, lo que equivale a un 26,58% del capital.

Prorrateo

En estas condiciones, el prorrateo sólo ha permitido atender en su totalidad las peticiones mínimas, por importe de 23.800 de pesetas y a las que corresponden 14 acciones. Para las solicitudes de entre 23.800 pesetas y un millón, sólo se han adjudicado íntegras las primeras 14 acciones, quedando el resto limitado a un 40% de los títulos correspondientes. En el tercer tramo de entre uno y cuarenta millones tan sólo se han adjudicado acciones por importe de 413.100 pesetas.Por contra, las solicitudes superiores a los 40 millones de pesetas han sido mejor recibidas y adjudicadas en su proporción de acciones equivalente, hasta un límite global de 6,7 millones de acciones. Estas peticiones proceden en su mayoría de grandes instituciones, bancos y entidades mediadoras, que han sido los más beneficiados del prorrateo. Fuentes de la compañía han señalado al respecto que el prorrateo estaba ya previsto en el contrato de colocación y aseguramiento. Dichos medios han destacado el hecho de que tampoco el tramo mayorista ha podido ser atendido en su totalidad.

Según Repsol, las peticiones de carácter institucional han ascendido a 13 millones de acciones y sólo se han adjudicado las previstas; es decir, los 6,7 millones de títulos que representan el 11 % de la emisión. La mayor petición recibida por Repsol alcanzaba un importe de 4.000 millones de pesetas y sólo ha podido atenderse en 330 millones.

El desglose del tramo mayorista indica que un 16% de este paquete se ha colocado entre compañías de seguros, un 26% en fondos de pensiones, un 21% en fondos de inversión mobiliaria, un 11 % en cajas de ahorros y un 25% en bancos, incluyendo dentro de este mismo porcentaje, según Repsol, a la Organización Nacional de Ciegos Españoles.

La privatización del 26,58% del capital se ha estructurado en tres tramos. El primero, y más importante, se refiere a los 44 millones de acciones ofertados a los inversores españoles. Asimismo, en un segundo tramo destinado también al mercado nacional hay que incluir los 7 millones de títulos destinados a trabajadores, pensionistas y distribuidores de la compañía. En tercer lugar está el tramo exterior de 25 millones de acciones, que se reparten entre 11 millones para el mercado americano, otros 11 para Europa (Reino Unido, RFA, Francia y Suiza) y los tres restantes en Japón. Además, el tramo internacional incluye otros 3,75 millones de títulos del denominado grenn shoe (derecho de ampliación), que se espera sea ejercitado por los agentes colocadores.

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