El grupo Banesto replantea su estrategia en el País Vasco

El Banco De Vitoria, participado al 80% por Banesto, será la baza que juege el equipo de Mario Conde para retomar la pendiente expansión en el País Vasco, según dijo Enrique Lasarte, presidente de la entidad filial en una reunión de los medios informativos previa a la primera junta de accionistas con carácter público que se celebró ayer en Vitoria.

Enrique Lasarte reconoció que la presencia de Banesto en el País Vasco se había descuidado en los últimos años tanto cuantitativa como cualitativamente y que el actual equipo directivo de Banesto nada más llegar al banco decidió que el Banco de Vitoria fuera la palanca de desarrollo de Banesto en el País Vasco y Navarra. Se diseñó una estrategia que puntualmente ha seguido sus pasos y uno de ellos es la creación de un consejo de administración propio donde tienen cabida personas muy representativas de la sociedad vasca.El banco, a juicio de Lasarte -que mantiene su condición de consejero de Banesto y presidente del Banco de Vitoria- es un caso atípico dentro del grupo, ya que se ha dado un alto grado de autonomía y capacidad propia de decisión.

La idea es traer el centro de decisión a Vitoria, desde donde se ha diseñado un plan de expansión de oficinas que prevé en un plazo de dos años tener abiertas 15 oficinas en cada uno de los tres territorios históricos vascos, otras seis en Navarra, que unidas a las de Madrid y Barcelona y una en La Rioja y otras en el sur de Francia pueden completar una red suficiente para afrontar una estrategia de banca al por menor.

Durante 1988, la entidad obtuvo un resultado antes de impuestos de 2.058 millones de pesetas. De esta cantidad 440 millones se destinarán a dividendo, lo que supone que cada accionista percibirá 110 pesetas por acción. El resto se destinará a incrementar las reservas. El beneficio neto es de 1.550 millones de pesetas, lo que representa un aumento del 2517 respecto al año anterior.

El Banco de Vitoria, que sacó a Bolsa el pasado año el 20% de su capital y que cuenta con casi 4.000 accionistas, tiene una cartera de valores de 9.000 millones de pesetas, 3.000 en renta fija y 6.000 en renta variable, que es considerada excesiva por Lasarte.