La peligrosa táctica del fuera de juego

Los cuatro policías nacionales formaban parte del equipo denominado Década de los Cincuenta, formado por 14 integrantes Este año, al igual que en los dos años anteriores, el equipo se inscribió en el campeonato de futbito organizado por el Patronato Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Burlada.Sin embargo, en esta edición no llegó a jugar un solo minuto El pasado 8 de abril, fecha de la primera jornada, sus primeros rivales, los componentes del equipo Torpedo, no se presentaron a jugar. A la siguiente semana el equipo del Bar Osinalde repitió el boicoteo. Aunque no hubo argumentos justificativos para su ausencia, Década de los Cincuenta entendió el mensaje de discriminación y decidió retirar se del campeonato enviando un escrito al concejal responsable del Patronato Municipal de Deportes, José Luis Góngora, de Unión del Pueblo Navarro, en el que le señalaban su compromiso de "no volver a participar en futuros eventos deportivos con el único objeto de no ser jamás causa de discrepancias en el patronato", y agradecían a sus rivales de anteriores torneos los buenos ratos pasados "cuando el deporte era aún limpio y no estaba manchado de politizaciones".

Votación secreta

Cuando el Ayuntamiento descubrió el boicoteo, el presidente del Patronato de Deportes convocó a una asamblea a los responsables de los equipos inscritos. Acudieron 15 de un total de 24. Pidieron una votación secreta y los resultados fueron que 12 equipos se negaban a jugar con policías nacionales, uno se abstenía y dos estaban dispuestos a hacerlo.Conocida la decisión, la alcaldesa de Burlada, una localidad colindante con Pamplona y con fuerte presencia abertzale en su municipio, decidió suspender el campeonato "en tanto en cuanto no se restablezca el espíritu de respeto y convivencia que debe inspirar toda competición deportiva", según señaló en su orden de suspensión.

José Luis Góngora manifestó a este periódico que tras la votación secreta "les afirmé que su decisión era antidemocrática y anticonstitucional y que o actuaban en la forma correcta". Pilar Aramburo reconoce la existencia de una presión real sobre los participantes en el campeonato. La alcaldesa considera que el municipio debe proteger las actuaciones de cualquier grupo social "sean policías, gitanos o mujeres, por lo que o jugamos todos o rompemos el balón". Para Aramburo, "es necesario sacudirse el miedo ante quienes nos acusan de provocar un enfrentamiento civil cuando son ellos quienes insultan, ponen barricadas y presionan". La alcaldesa citó a Herri Batasuna como la fuente de la discriminación.

En todo el proceso los cuatro policías nacionales no han realizado una sola declaración. El acoso sobre ellos es fuerte, señalan fuentes municipales y policíales. Un portavoz del Ayuntamiento señaló a este periódico que incluso el bar en el que se juntaban los integrantes de Década de los Cincuenta está siendo objeto de una intensa campaña de boicoteo.

Rafael Golf, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Navarra, estima que "la repercusión pública que los medios de comunicación pudieran dar a este hecho se volvería contra nuestros compañeros y haría peligrar su situación personal".