Carlo Tognoli: "La historia de Europa es la historia de la ciudad"
El ministro italiano para los Problemas de las Areas Urbanas y ex alcalde socialista de Milán, Carlo Tognoli, se ha convertido en el líder de la cruzada emprendida por un grupo de grandes capitales europeas, empeñadas en hacer oír su voz con más claridad y contundencia en el seno de la Comunidad Europea. "La historia de Europa es la historia de la ciudad", afirma este político europeísta, que acaba de lanzar la idea de crear un euroconsorcio de ciudades que permita a éstas aprovechar las ayudas que la CE concede a las regiones menos favorecidas.
Tognoli ha lanzado la idea de crear este lobby de presión ante una veintena de alcaldes de ciudades europeas, reunidos hace unos días en Barcelona, durante la II Conferencia de Eurociudades, continuación de la celebrada en Amsterdam en 1986. "Las primeras 26 ciudades comunitarias por número de habitantes significan casi el 10% de la población de la Comunidad Europea y el 0,35% de su superficie. Si tomamos el conjunto de las áreas metropolitanas de estas ciudades, suponen el 20% de los habitantes de la CE y el 2,5% de su superficie. Esto demuestra la importancia de la ciudad. La historia de Europa, en definitiva, es la historia de la ciudad".El ex alcalde de Milán expresa sus dudas hacia el actual reparto regional de las ayudas comunitarias. "La CE tiene como interlocutores a las regiones. El primer objetivo de este encuentro [la Conferencia de Eurociudades] es conseguir que al menos las principales ciudades puedan ser interlocutores de la CE". A su juicio, las urbes europeas tiene problemas comunes "de orden social, como la droga y la marginación; de carácter infraestructural, como los transportes públicos; de orden cultural y de investigación tecnológica y científica. Basta pensar en estos problemas para comprender que son especialmente importantes y que conciernen a las grandes ciudades".
Un peaje comunitario
Para solucionarlos no basta con acciones aisladas de cada población: "Necesitamos intervenir a un nivel superior al de los municipios. Se necesitan grandes recursos financieros. El problema de la droga y de la marginalidad social requiere una gran presencia de personal cualificado. Es una cuestión más fácil de afrontar en ciudades medianas y pequeñas" que en las grandes."La gran ciudad necesita instrumentos del Estado, pero también de la Comunidad Europea, en términos financieros, desde luego, pero también en términos de intercambio de experiencias y de información. Por eso hemos propuesto la creación de un Euroconsorcio formado por las grandes ciudades, la Comisión de la CE, el Parlamento de Europa"Jordi Borja [concejal del Ayuntamiento de Barcelona] y yo nos hemos entrevistado con un grupo de parlamentarios europeos y se ha formado un interesante grupo con diputados de diversos grupos políticos para impulsar esta iniciativa. Se trata de interesar a los Estados nacionales en el problema de las ciudades a través de una relación directa con la CE".
Tognoli sabe que una iniciativa de este calibre sólo puede salir adelante con el apoyo de los Estados, y bromea cuando se le insinúa que ideas como ésta parecen más voluntaristas que prácticas ("Estas cosas o se hacen con voluntarismo o no se hacen") en una Europa que más tiende a convertirse en la de las empresas que en la de las ciudades: "En parte es así. Toda la construcción europea es más económica que política. Esta iniciativa de las ciudades incide en el orden de las iniciativas políticas".
El ministro italiano cree que las ayudas comunitarias se centran en demasía en combatir las carestías de los ciudadanos de la Europa verde. "La marginación social de la ciudad tiene una forma especialmente agudizada. La política europea ha sido demasiado agrícola y poco industrial". Los mentores de éste nuevo proyecto se han de poner de acuerdo en algunos datos fundamentales, como qué ciudades pueden integrarse en este euroconsorcio. "No hemos decidido si afectará a áreas urbanas superiores a 1,5 millones o a dos millones de habitantes".
