Médicos españoles denuncian anomalías en la publicidad e indicaciones de algunos medicamentos
Algunos medicamentos sometidos a revisión por las autoridades sanitarias españolas dentro del programa Prosereme continúan presentando, a pesar de la revisión, combinaciones inadecuadas, según un escrito publicado por la prestigiosa revista científica The Lancet en su número del 18 de marzo pasado. El trabajo, firmado por Joan Costa y Albert Figueras, del servicio de Farmacología Clínica de la ciudad sanitaria del Valle de Hebrón de Barcelona, cita además algunos ejemplos de medicamentos cuya publicidad o prospectos incluyen falsas o inadecuadas indicaciones, como la citicolina, "para el deterioro neuronal"; el prazosin, "como tratamiento inicial de la hipertensión", o la fenotiacina alimemazina, "para los cambios emocionales de los niños".
El escrito alude a uno anterior en el que un médico británico, que acababa de regresar de Pakistán, consideraba muy escandalosos la publicidad y prospectos de los medicamentos de aquel país, pues contenían indicaciones falsas o inapropiadas. Los doctores Costa y Figueras afirman que también en España ocurren este tipo de anomalías.Pero lo que los autores del escrito consideran más grave es que "las autoridades sanitarias den su bendición a semejantes iniciativas". Y citan el ejemplo de dos medicamentos, el Balsoprim y el Tedral, que han sido revisados por Sanidad dentro del programa Prosereme. Este programa tiene la misión de revisar la composición y dosis de los medicamentos y en las cuatro fases aplicadas hasta ahora ha retirado del mercado 722 especialidades y ha modificado otras 637.
Dos combinados
"El Balsoprim es un combinado a dosis fijas de trimetropima, sulfametoxazol (sulfamida) y bromhexina (mucolítico). La revisión, además de no suprimir el mucolítico, que es absolutamente innecesario, ha incluido dos indicaciones totalmente inapropiadas: la salmonelosis y la gonorrea. En ninguno de los dos casos este combinado es el tratamiento adecuado", han explicado los doctores Costa y Figueres, a requerimiento de este diario.Luís Sánchez Vicente, director comercial de los laboratorios Juste, fabricantes del Balsoprim, reconoció que la salmonelosis y la gonorrea no deberían figurar entre las indicaciones de este medicamento. "En los folletos de información ya no las incluimos y en el Vademecum Internacional, que es el libro de consulta para los médicos, tampoco figuran ya". Preguntado por qué razón el programa Prosereme no las suprimió y además continúan figurando en el prospecto, que ese documento de información más importante, el director de Juste manifestó: "El prospecto tiene que adecuarse a lo establecido en el Prosereme. Éste sólo eliminó uno de los componentes pero hay que tener en cuenta que revisar más de 10.000 medicamentos es muy laborioso y en la primera revisión, el programa suprime sólo lo que puede ser más perjudicial para la salud".
El medicamento Tedral, fabricado por los laboratorios Parke-Davis, es un compuesto de efedrina, teofilina y fenobarbital que se presenta como indicado principalmente para "la profilaxis y tratamiento del asma bronquial". La revisión del Prosereme sólo ha comportado una ligera modificación de las cantidades.
"Se trata", afirman los doctores Costa y Figueras, "de un combinado irracional que presenta varios inconvenientes. El más importante es que la presencia del fenobarbital acelera la degradación de la teofilina y, por lo tanto, diminuye su eficacia, lo cual es un contrasentido, pues de los tres elementos del compuesto, la teofilina es precisamente el más indicado contra el asma. Por otra parte, el fenobarbital podría estar incluso contraindicado en el asma, porque deprime el centro neurológico que controla la respiración".
El director médico de ParkeDavis, doctor Frederich Anton, reconoce que "en un producto antiasmático, la presencia de un sedante del sistema nervioso central no es muy adecuada", aunque cree que si los responsables del Prosereme no lo han suprimido "tal vez sea porque la cantidad de fenobarbital no es elevada". "Nosotros no participamos en la revisión. De hecho, no supondría demasiado problema suprimirlo, pero si las autoridades sanitarias no lo establecen, nosotros no nos planteamos hacerlo, porque implica modificar el proceso productivo".
A pesar de las opiniones expuestas, los responsables del programa Prosereme comunicaron a este diario, a través de la oficina de Prensa del Ministerio de Sanidad, que consideran correctas las combinaciones de abos fármacos para las indicaciones establecidas, pero no aportaron argumentos concretos. Tanto en el caso del Tedral como del Balsoprim se hace constar en el envase que se trata de una "nueva fórmula", lo que refuerza la presunción de idoneidad que representa haber superado el Prosereme.
Otros dos ejemplos citados por los doctores Costa y Figueras son el de la citicolina y el del prazosin: "Algunas marcas, como la Somazina, anuncian la citicolina para el deterioro neuronal, cuando las neuronas son las únicas células que no pueden regenerarse o reproducirse. Por lo tanto crean una falsa expectativa para un problema que no tiene solución". El doctor Francesc Taxonera, director técnico de Ferrer Internacional, el laboratorio que comercializa la Somazina, indica que "estudios científicos recientes indican que la citicolina puede tener acción sobre el sistema nervioso central".
Respecto del Prazosin, los doctores Costa y Figueras afirman: "En la publicidad se ofrece para el tratamiento inicial de la hipertensión. Pero tal indicación sólo sería correcta en limitadas ocasiones. En la mayoría de los casos de hipertensión debe recurrirse en primer lugar a los fármacos diuréticos y luego a los betabloquadores, solos o asociados. El prazosin no debería recetarse como tratamiento inicial de la hipertensión e incluso puede estar contraindicado, ya que las primeras dosis pueden provocar un descenso repentino de la tensión por debajo de lo deseable", explican.
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