Francia pone fin a su operación humanitaria en Líbano

JOSÉ A. SOROLLA / AGENCIAS, Francia dio ayer por terminada la operación humanitaria en Líbano, que se ha saldado con la evacuación de menos de 100 heridos -12 cristianos y 70 musulmanes- y con la imposibilidad, por el momento, de desembarcar el combustible destinado a la central eléctrica que abastece Beirut. El presidente François Mitterrand ha iniciado, por su parte, una ofensiva diplomática que pretende una intervención urgente de las Naciones Unidas para buscar una solución a la guerra en Líbano, cuya capital soporta ya cinco semanas de intensos bombardeos entre las milicias musulmanas prosirias y las tropas del general cristiano Michel Aoun.

El barco hospital La Rance recaló ayer en Larnaca (Chipre), desde donde una cincuentena de heridos iban a ser trasladados a París en un avión militar. El resto seguirá el viaje a Francia en el mismo navío. La Rance tampoco pudo desembarcar en Sidón las toneladas de víveres y medicamente destinados al bando musulmán en Líbano. Esta ayuda será descargada en Larnaca y desde donde será hecha llegar posteriormente a Líbano.La operación ha levantado numerosas críticas, y no sólo entre la oposición y los medios de comunicación. Hasta el ex ministro socialista de Asuntos Exteriores Claude Cheysson ha expresado sus dudas sobre los verdaderos objetivos de la iniciativa. "Si nuestro objetivo era salvar a los heridos, la Cruz Roja lo habría hecho más fácilmente que nosotros", ha declarado Cheysson, ministro de Exteriores entre 1982 y 1984 y profundo conocedor de la región. "Si el objetivo", agregó, "era detener los bombardeos, era necesario llegar más lejos, como hicimos en 1982" durante la intervención israelí, cuando Francia y Estados Unidos enviaron tropas.

La argumentación de Cheysson parece impecable, ya que no se alcanza a comprender el objetivo de una operación de salvamento de 80 heridos, con el envío de dos buques, en un conflicto que causa más de un centenar diario, y que corría el riesgo, como así ha sido, de ser interpretada por Siria como el retorno de la potencia colonial "occidental y cristiana en socorro de su campo: los cristianos". Medios próximos al Quai d'Orsay reconocen el valor simplemente "simbólico" de la operación, aunque "sólo Francia ha hecho algo, mientras los de más únicamente hablan".

El Gobierno de París, según las mismas fuentes, decidió "hacer algo" ante la "emoción" suscitada en Francia por la reanudación de los bombardeos en Beirut y ante el silencio y la "inacción" de las grandes potencias, especialmente de EE UU, cuya actitud fue calificada de "despreciable". Una vez tomada la decisión de actuar, París se inclinó por una doble acción diplomática y humanitaria "porque no se puede hacer la guerra a Siria ni enviar barcos de guerra a la zona".

El presidente norteamericano, George Bush, ha apoyado una propuesta que le formuló telefónicamente el martes su homólogo francés, François Mitterrand, para que el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, reciba un mandato inmediato para buscar un urgente alto el fuego en Líbano. Bush y su secretario de Estado, James Baker, sin embargo, han expresado sus dudas de que la ONU pueda hacer más de lo que está haciendo la Liga Árabe en favor de una tregua en Beirut. "Francamente, no sé que más podemos hacer", dijo Baker.

El ministro español de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, declaró ayer en Madrid ante los miembros de la comisión de Asuntos Políticos del Parlamento Europeo que la actitud de Estados Unidos, de bloquear una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el tema del Líbano responde al interés de ese país por no "aislar diplomáticamente a Siria", informa Carlos Yárnoz. La CE, dijo Fernández Ordóñez, mantiene contactos con la ONU para elaborar una acción conjunta en Líbano.

Además de hablar con Bush, Mitterrand llamó al líder soviético Mijail Gorbachov para que apoye una iniciativa de paz de la ONU y pedirle que presione a Siria para que respete un alto el fuego. El jefe del Estado francés -que tenía previsto ayer hablar sobre este tema con otros líderes occidentales, entre ellos el primer ministro español, Felipe González- declaró que continuará "de manera determinada" su acción diplomática en los próximos días.

Negativa de Pérez de Cuéllar

Pérez de Cuéllar, que ayer llegó a Ginebra para participar en el inicio de una nueva ronda de negociaciones entre Irak e Irán, declaró sin embargo que no tenía previsto de momento viajar a Damasco como parte de una misión mediadora, pero reiteró que la comunidad internacional debe prestar toda su cooperación a la gestión de paz encabezada por la Liga Arabe. "No deben duplicarse los esfuerzos", comentó.

La Liga Árabe, por su parte, postergó hasta el próximo martes una reunión extraordinaria prevista inicialmente para mañana sobre el tema libanés, según fuentes de la organización.