El líder vietnamita estudiará con Gorbachov una solución para Camboya

El número uno vietnamita, Nguyen Van Linh, secretario general del partido comunista, se entrevistará esta semana con el presidente soviético, Mijail Gorbachov, para concertar un plan que facilite una solución política al problema de Camboya.

Van Linh llegará mañana a Moscú y permanecerá en la capital soviética hasta el próximo lunes, para continuar luego viaje a Cuba, según han anunciado fuentes oficiales en Hanoi.La visita se produce tras el anuncio vietnamita de retirar incondicionalmente sus tropas de Camboya no más tarde del próximo 30 de septiembre y dos semanas antes de que el primer ministro del régimen provietnamita camboyano, Hun Sen, y el líder de la coalición de resistencia, príncipe Norodom Sihanuk, se reúnan el 2 de mayo en Yakarta (Indonesia).

Fuentes diplomáticas y observadores asiáticos estiman que las próximas semanas serán cruciales para el futuro camboyano, sobre el que la falta de entendimiento para formar un Gobierno provisional arroja todavía una pesada cortina de incertidumbre.

Sin embargo, los dos principales padrinos del conflicto, Moscú y Pekín, parecen decididos a resolverlo con ocasión de la cumbre chino-soviética de mediados del próximo mes, la primera entre las dos grandes potencias del mundo comunista en 30 años y que servirá para normalizar relaciones. Ninguno de los dos países quiere que la crisis eche a perder el encuentro entre Deng Xiaoping y Gorbachov.

Fuentes diplomáticas en Hanoi afirman que Gorbachov tratará de arrancar nuevas concesiones a Van Linh en el encuentro que mantendrá esta semana con el dirigente vietnamita.

La grave crisis económica que sufre Vietnam exige a sus autoridades poner fin a 10 años de presencia militar en Camboya. Moscú no quiere seguir financiando una guerra que le cuesta tres millones de dólares (unos 330 millones de pesetas) al día. Hanoi, por su parte, sabe que la salida de los 50.000 soldados que aún tiene en territorio camboyano permitirá el establecimiento de relaciones con Estados Unidos y la contribución de los países occidentales a su programa de reformas económicas.

Sin embargo, la resistencia camboyana y China han reaccionado con calculada frialdad al anuncio hecho el pasado día 5 por Hanoi de retirar sus efectivos de Camboya antes del 30 de septiembre aunque no se llegue para entonces a un arreglo político entre las partes en conflicto.