Querida Lola
Quiero decirte que no hace falta que pagues tus impuestos: yo lo haré por ti. Yo, y muchos como yo, pagamos para que los que no tienen medios puedan ser atendidos en nuestros hospitales. Para que los servicios, aunque sean tercermundistas, alcancen a todos los ciudadanos de este país. Inclusive a las minorías, que no aportan, económicamente hablando, excesivamente a las cargas, aunque luego disfruten de abogados de oficio, servicios sanitarios, etcétera. Pagaré para que las carreteras sean asfaltadas. Pagaré para que no haya niflos en las calles siendo explotados. ¿Quién dijo que la esclavitud se abolió en el siglo XIX?No creas que te escribo esta carta por la clásica reacción de arremeter contra un ídolo caído. Yo sé que no estás caída, y es bueno que sea así. Saldrás de ésta y en mejores condiciones. Pero hay muchas personas en este país que nos estafan, digo nos, porque es literalmente así, con el agravante de que los personajes famosos que argumentan ser perseguidos por Hacienda utilizan los medios de comunicación públicos, como TVE, para representar su papel de víctimas antes de ser juzgados (eso de sub judice no iba con tu caso).
Yo también soy uno de esos tres millones de trabajadores que han estado fuera del país españoleando y trayendo dinero (¡fijate, como tú, Lola!). No te preocupes, no voy a pedir que me eximan de pagar mis impuestos por ello.
No te canso más, Lola, seguiremos esperando ese cambio, ese país moderno realmente progresista donde lo mismo se procesa a un chirlero y se le condena que se juzga y condena a una persona que no cumple las leyes que ha creado un Parlamento democrático, por muy famosa que sea.-
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