El asesinato de un palestino por extremistas judíos aumenta la tensión en Jerusalén

El ametrallamiento, llevado a cabo el lunes por la noche por un grupo extremista israelí autodenominado Los Sicarios, de un grupo de jóvenes musulmanes, que acabó con la vida de Haled Shavish, de 26 años, y causó heridas graves a otros tres miembros del grupo, ha aumentado enormemente la tensión entre judíos y musulmanes.

En un clima de gran nerviosismo, por las calles de Jerusalén, musulmanes y judíos se miraban ayer con odio y desconfianza. Un portavoz anónimo del grupo extremista que reivindicó la acción, declaró que se trataba de una venganza por la lapidación de judíos el pasado viernes por parte de jóvenes palestinos, cuando oraban ante el Muro de las Lamentaciones.Jerusalén quedó paralizada ayer por una huelga general en protesta del asesinato y los líderes palestinos declararon tres días de duelo. Mientras tanto, la policía desencadenaba una auténtica caza del hombre para encontrar al asesino.

En los barrios árabes de la vieja ciudad se produjeron numerosas manifestaciones. Según testigos presenciales grupos de palestinos se enfrentaron a la policía en la Puerta de Herodes, si bien no parece que hubiera víctimas. Por el contrario, en los territorios ocupados al menos un palestino resultó muerto y otros siete heridos durante la jornada de ayer por los disparos de la policía. Asimismo, dos jóvenes palestinos fueron apuñalados por un joven israelí en un barrio de Tel Aviv.

Los Sicarios toman su nombre de un grupo de la resistencia judía contra el Imperio Romano que en el siglo primero se dedica ba a matar con una daga (sica), escondida entre los pliegues de sus vestiduras, a quienes eran sospechosos de colaborar o de ser demasiado complacientes con los romanos. Este nuevo grupo se había dedicado hasta ahora, al igual que sus inspiradores, a atacar los intereses de los judíos israelíes que preconizan el diálogo con la OLP.

El líder laborista y ministro de Finanzas, Isaac Peres, atacó con vehemencia a los "sucios árabes" que se atreven a molestar a los judíos que oran, si bien posteriormente lamentó esta expresión que, dijo, se le había escapado "en un momento de cólera".

Por su parte, el ministro de Policía, Bar Lev, condenó "el innoble asesinato de un inocente" y exhortó a los musulmanes a rezar "en orden y con calma" el próximo viernes en las mezquitas, "sin manifestarse ni lanzar piedras", ya que, si ocurre lo contrario, "la policía intervendrá con todos los medios a su disposición".