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Jesús llevaba el pelo corto, afirma un catedrático de Patrología de Turín

Juan Arias

Jesús de Nazaret llevaba el pelo corto, de ahí que no sea posible que la tradicional imagen sacada de la Sábana Santa de Turín, en la que Cristo aparece con melena, pueda ser verdadera. Así lo ha declarado el sacerdote y catedrático de Patología de la facultad teológica de Turín Pier Angelo Grumaglia.

El teólogo, que ha estudiado en el Pontificio Instituto Oriental de Roma, donde se doctoró en Patrología, y que conoce siete lenguas, acaba de escribir para la Revista de Historia y Literatura Religiosa, publicada por Olschki de Florencia, un estudio titulado La Sábana Santa de Turín: algunos problemas históricos.

Podría tratarse de la respuesta a la petición firmada estos días en Francia por algunos apasionados de la Sábana Santa para que se haga un nuevo examen por medio del carbono 14 de la reliquia de Turín, ya que ellos no están de acuerdo con el primer examen, realizado hace justamente unos meses en tres universidades distintas de Europa y Estados Unidos, y que dio como resultado que dicho lienzo se remonta al siglo XII, y que por tanto es imposible que haya servido para envolver el cuerpo de Jesús de Nazaret.

Voto de 'nazir'

Ahora, el teólogo italiano, que ya desde hace tiempo había rechazado la autenticidad de la reliquia, porque, según él, "es irreconciliable tanto con los textos evangélicos de la sepultura de Jesús como con las reliquias funerarias presentes en Constantinopla antes del siglo XII", añade nuevos argumentos. Según el teólogo, es completamente imposible que la imagen de la sábana sea la de Jesús, por el hecho de que éste llevaba el pelo corto.

El experto explica que en el contexto social palestino del siglo I llevaban el pelo largo sólo quienes habían hecho voto de nazir, y estas personas estaban controladísimas. Para que Jesús llevase el pelo tan largo como aparece en la sábana tenía que haber sido además un nazir perpetuo y nada de eso aparece, ni remotamente, según el teólogo, en los Evangelios. Al revés, por ejemplo, si alguien se moría al lado de un nazir, éste tenía que cortarse el pelo al cero, y si tocaba un cadáver, ya no podía entrar en el templo.

Jesús tocaba a los muertos y predicaba en la sinagoga, y nadie le reprochó nunca tales acciones. Más aún, los que habían hecho el voto de llevar el pelo largo no podían beber vino, y Jesús bebía. Y los fariseos, que seguían muy de cerca la conducta y actividad de Cristo, nunca le reprocharon su infidelidad al voto.

Otros argumentos presentados por el teólogo de Turín para defender que Jesús llevaba el pelo corto es que san Pablo ya en la Primera carta a los corintios condena el uso masculino de llevar melena, lo queque hubiese sido imposible si Jesús hubiese llevado el pelo largo.

Más aún, según el teólogo Gramaglia, la totalidad de las iglesias cristianas de los dos primeros siglos fueron durísimas contra el uso del pelo largo en los hombres, algo impensable si la tradición hubiese indicado que Jesús, el Maestro, a quien imitaban en todo, hubiera llevado melena. Según el teólogo de Turín, la tradición de Jesús con el pelo largo nace de una transposición en el siglo II después de Cristo, que fue hecha por los gnósticos, de la imagen de los filósofos de aquel tiempo, que se presentaban con pelo largo y barba.

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