La acusación mantiene la petición de 22 años para los ocho procesados por aborto del centro Los Naranjos
El juicio contra ocho personas acusadas de practicar abortos y de complicidad en esas prácticas en el centro sevillano de planificación familiar Los Naranjos, en 1980, quedó ayer visto para sentencia, después de que durante la vista oral los procesados se negaran a contestar las preguntas de¡ ministerio Fiscal y rechazaran la acusación de haber cometido los delitos que se les imputan. El fiscal, Miguel Colmenero, mantuvo su petición de condena de un total de 22 años para los procesados. El próximo día 6 de abril será hecha pública la sentencia, según se notificó a los procesados.
El presidente el presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla, Agustín del Río, impidió la entrada a la sala de los fotógrafos y cámaras de televisión, a pesar de que los cinco abogados defensores hicieron constar en acta su solicitud expresa de que se permitiera su acceso.La vista oral del juicio de los Naranjos finalizó hacia las 21.30 horas después de que, tanto el ministerio fiscal, como los cinco letrados de la defensa expusiesen ante la Sala sus informes. El fiscal realizó unas consideraciones previas en las que se disculpaba de la lentitud con que ha sido llevado el sumario, nueve años después de ocurridos los hechos, así como su intención de no realizar un debate sobre el aborto durante la vista.
Miguel Colmenero hizo una exposición detallada de lo contenido en las investigaciones policiales que dieron origen al cierre de la clínica y ajustándose casi en su totalidad a las declaraciones que en primera instancia realizaron los procesados, mantuvo su petición de cuatro años, dos meses y un día de prisión menor y seis años de inhabilitación especial para cinco de los procesados, así como la de seis meses y un día para los otros tres.
Por su parte, la defensa basó sus informes en que en ningún caso había quedado probado en la vista que los procesados hubiesen cometido el delito que se les imputaba. Pilar Troncoso, una de las letradas defensoras, debatió punto a punto el informe fiscal y criticó que en la vista oral no se hubiesen practicado más pruebas que la testifical de dos mujeres que presuntamente habían abortado en la clínica Los Naranjos. Troncoso incidió en que "la prueba era escasa".
Tanto Fernando Salas como Cristina Almeida se extendieron ampliamente en la exposición de sus informes. Salas criticó el interrogatorio de las dos testigos a cargo del fiscal y afirmó que éstas "han desmontado la acusación del ministerio público". Por su parte, Cristina Almeida afirmó coincidir con el fiscal en las críticas al Gobierno por la elaboración de una ley escasa sobre la legalización en los tres supuestos del aborto y añadió que en las conclusiones del ministerio público no se había aplicado la retroactividad de la ley con igualdad a toda! las personas encausadas en el sumario, "por un problema de miedo que traería consigo implicaciones morales".
Ampliación de conclusiones
El fiscal, Miguel Colmenero, mantuvo su petición de condena de un total de 22 años para los procesados y amplió sus conclusiones provisionales, señalando que al menos las cinco mujeres citadas como testigos abortaron en Los Naranjos. La defensa mantuvo la petición de libre absolución.
Tras la lectura de las conclusiones provisionales de la defensa y del ministerio fiscal, se procedió al interrogatorio de los procesados.
Uno a uno, José García Corral, José Ángel Lozoya Gómez, Elena Matilde de Haro Arambarri, Rosa María Montoya, Macarena Pérez, María del Carmen Eloisa Galindo, María del Mar Garcerán Gómez y Manuel Vergara Reina se negaron a contestar al fiscal, Miguel Colmenero, ateniéndose a su derecho constitucional.
El interrogatorio de los testigos fue el más tenso de la vista. Al juicio sólo se presentaron dos de las cinco mujeres citadas. Manuela Mesa de los Reyos, de 39 años, soltera y madre de un hijo, afirmó que acudió a Los Naranjos cuando creyó estar embarazada por segunda vez. Temblorosa y apenas recuperada de una indisposición que sufrió durante su estancia fuera de la sala, apenas pudo recordar lo sucedido durante su visita al centro sevillano.
Las preguntas de¡ fiscal pusieron aún más nerviosa a la testigo, quien finalmente manifestó que no estaba embarazada: "Me puse tan nerviosa al venir a Sevilla que me bajó la regla".
El fiscal intentó que la testigo reconociera uno de los instrumentos incautados en Los Naranjos, pero tras la petición de la defensa para que se comprobase la autenticidad del material, la mujer declaró "no poder reconocerlo después de nueve años".
Las declaraciones de los procesados coincidieron en que la actividad de Los Naranjos era de mera información a mujeres que acudían a él con problemas sexuales o de embarazo, así como de formación de profesionales interesados en técnicas anticonceptivas.
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