El Báltico, nacionalista
En Lituania, el partido comunista fue barrido por el movimiento popular de apoyo a la 'perestroika'
Ante una amenaza de estado de excepción inilitar que alcanzó su punto crítico en febrero pasado, el Sajudis se retiró de dos distritos para dejar el paso libre al jefe del partido comunista, Algirdas Brazauskas, y a otro alto funcionario del Comité Central, VIadimir Berezov, que fueron elegidos en solitario. El descalabro del partido en el resto de circunscripciones lituanas se cobró cuantiosas víctimas, entre ellas el presidente del Soviet Supremo de Lituania, Vitautas Astrauskas, el primer ministro de la República, los alcaldes de Vilnius, Kaunas y Klaipeda, dos secretarios del Comité Central, dos viceprimer ministros, cinco secretarios de distrito, el presidente del Comité de Planificación y el ministro de Justicia de la República, según datos de Sajudis.En Letonia, la situación fue algo distinta, ya que el grado de oposición entre el partido y el movimiento de masas representado por el Frente Popular no es tan fuerte como en Lituania. El jefe del partido, Jan Vagris, consiguió una ajustada victoria con el 51% de los votos en competición con varios adversarios. El primer ministro de Letonia, Edvins Bresis, sin embargo, fue derrotado en la ciudad de Tesis por Evins Inkans, un militante del Frente Popular y conocido periodista de televisión. El presidente del presidium del Sóviet Supremo de Letonia, Anatoli Gorbunov, un hombre muy apreciado, consiguió también pasar las elecciones y aparentemente el Movimiento Internacionalista, que agrupa a los sectores rusos descontentos con el rumbo nacionalista de la política local, no consiguió candidatos.
Corrientes estonias
En Estoni a, donde el partido y el Frente Popular marchaban al unísono en las elecciones, no se produjo la dicotomía registrada en Lituania y Letonia, pero el segundo secretario del Comité Central, Alioshin, un soviético, fue derrotado. La población soviética eligió- como diputado a VIadimir Yarovoi, director de 1 fábrica Dvigatel, que es conocido como un decidido oponente del Frente Popular. Yarovoi fue elegido por un distrito de Tallin, y Dvigatel (motor) es una empresa del sector militar con sede en Vilnius que está subordinada a Moscú y que supone uno de los focos centrales de las corrientes prosoviéticas en Estonia. Estas corrientes se oponen sobre todo a los proyectos para que el estonio sea el idioma oficial.
El jefe del partido, Vaino Valias, el presidente del Sóviet Supremo, Arnold Ruutel, y el primer ministro, Indrek Toome, que eran apoyados por el Frente Popular, consiguieron más del 90% de los votos, según manifestó un portavoz del Ministerio de Exteriores de Estonia, que dijo que el índice de participación en los comicios había rondado el 90%. El filósofo Egdar Saavisar y la profesora Mariu Lauristin, dirigentes del Frente Popular, consiguieron fáciles victorias con porcentajes de un 907.. También dos miembros del Grupo de los verdes estonios lograron su escaño en el Parlamento, manifestó el portavoz.
Los datos que llegaban anoche a Moscú procedentes de distintas repúblicas soviéticas e incluso de la provincia rusa resultaban sorprendentes incluso para los medios reformistas más optimistas. En Kiev, el jefe del partido Konstantin Masik y el alcalde Valentín Zgurski no lograron la mayoría de votos necesarios para su elección, según se informó oficialmente. Ucrania es la República donde el proceso electoral ha estado más controlado por el aparato del partido. Pese a ello, la periodista Alla Yaroshinskaia, sin partido y un símbolo de la oposición a este control, consiguió un 90% de los votos en la ciudad de Zhitomir contra cinco candidatos del partido. Las presiones sobre Yaroshinskaia, de 35 años, han sido denunciadas por la Prensa soviética.
En Lvov, en Ucracia Occidental, zona de fuerte tradición católica, el llamamiento de grupos nacionalistas consiguió que no resultaran elegidos dos candidatos del distrito. Desde Minsk, la capital de Bielorusia, llegaban informaciones sobre el aparente fracaso del jefe de la organización comunista municipal Gueorgui Galko.
Baja participación armenia
En Armenia se había registrado una baja participación electoral, según comentó un portavoz de la agencia Armepress que se negó a dar más datos. En la República sigue vigente el estado de excepción y el Comité de Karabaj, ahora clandestino, había hecho un llamamiento al boicoteo de las elecciones tras intentar inútilmente promover las candidaturas de algunos de los nacionalistas ahora encarcelados en Moscú.
Fuentes disidentes armenias señalaban que la participación era de un 30% a las ocho de la noche del domingo (hora de cierre de las urnas) cuando la jornada fue prolongada dos horas más sin observadores.
En la ciudad rusa de Yaroslav, un teniente coronel, Victor Podziruk, ganó al general del Ejército Snetkov, que es el comandante en jefe de las tropas soviéticas en Alemania del Este. El teniente coronel está por el recorte del programa espacial soviético, la reducción del Ejército, el evitar llamar a filas a los estudiantes y la desmovilización de la sociedad, según manifestaron fuentes del movimiento infonnal de Yaroslav.
En la ciudad de Volvograd, la antigua Stalingrado, junto al Volga, uno de los centros de las tradiciones patrióticas más arraigadas, el escritor Yuri Bondarev, uno de los líderes del sector conservador ruso, fue derrotado por Alexandr Kisiliov, un miembro del Koinsomol (Juventudes Comunistas) que había sufrido todo tipo de presiones para que dejara la via libre a Bondarev.
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