Peligro sobre ruedas

Corrosivos, explosivos, radiactivos e inflamables. Cada día atraviesan zonas densamente pobladas de la Comunidad de Madrid 4.600 camiones y decenas de trenes cargados con mercancías peligrosas con alguno de estos calificativos. Con 4.424 toneladas para ser exactos. Y mientras pasen sin más, vale. Pero si por culpa de un accidente, derrame o fuga estos materiales sacan a la luz todo su potencial destructivo, la situación es bien distinta. Madrid es punto obligado de paso para este tipo de mercancías y, por tanto, una de las zonas con mayor riesgo en toda España. La posibilidad de que se produzcan accidentes ha puesto en alerta a la Delegación del Gobierno, que trabaja en la elaboración de varios planes de emergencia.

Lo primero es lo primero. Lugares y población. ¿Por qué zonas de Madrid atraviesan con más frecuencia mercancías peligrosas? Por muchas. "Al menos por 20 núcleos urbanos de más de 20.000 habitantes", dicen los técnicos de Protección Civil.De los aproximadamente 4.600 camiones cargados con estos productos que atraviesan la Comunidad de Madrid diariamente, unos 500 vehículos pesados lo hacen por la M-30, vía que atraviesa algunos de los barrios de la capital con mayor densidad de población.

Hasta que no esté construido el famoso cuarto cinturón, que envolverá el casco urbano de Madrid, estas. mercancías seguirán pasando forzosamente por la M-30. Esta vía encabeza todos los años la lista negra de accidentes en la ciudad.

En trenes y camiones atraviesan cada año la región 1.615.000 toneladas de estas mercancías.

Vicálvaro es una de las zonas más afectadas por este tránsito. En este distrito se cruzan varios de los itinerarios habituales de trenes que transportan materias de alto riesgo a lo largo y ancho de España. Son las vías que van o vienen de Vallecas, la bifurcación de Rebolledo, San Fernando de Henares y el apeadero de O'Donnell.

Suma y sigue. Dos céntricas estaciones de Madrid, la de Delicias y la de Principe Pío, casi en el casco histórico de la capital, soportan también un gran trasiego de estos materiales. Sin olvidar el nudo de Peñuelas, donde las materias peligrosas han causado dos serios accidentes en los últimos años.

Aunque estas vías están prácticamente en desuso y dejarán paso al futuro pasillo verde de Arganzuela, su proximidad a grandes núcleos de población preocupa tanto a Renfe como a la Delegación del Gobierno. Ambos están dispuestos a buscar todos los caminos alternativos para que el millón de toneladas de mercancías peligrosas que atraviesan la Comunidad en tren lo hagan por zonas poco pobladas. "Los buscamos, pero no siempre es posible encontrarlos", asegura Jorge Mutra, técnico de protección civil de Renfe.

San Fernando de Henares, localidad próxima a Madrid, con 23.000 habitantes y un importante polígono industrial, se lleva la palma entre los pueblos.

Por allí pasan vagones cargados de los productos de marras con dirección a Torrejón de Ardoz (80.000 habitantes) y a Vicálvaro. También transitan cada día esta, misma zona otros 500.camiones con cargamentos de alto riesgo, procedentes sobre todo del puente de Arganda.

Los barrios de Hortaleza y Fuencarral y los pueblos de Las Rozas (21.000 habitantes), El Escorial 6.000), Leganés (168.000), Valdemoro (17.000), Pinto (20.000), Alcalá de Henares (144.000) y Majadahonda (29.000) entran también en el saco por su proximidad a las principales carreteras.

La Delegación del Gobierno posee datos sobre las toneladas que anualmente salen o entran por las carreteras de la región. Cada año entran más de 200.000 toneladas que proceden fundamentalmente de dos puntos: Bilbao (149.000 toneladas) y Murcia (70.000).

Pero salen todavía más de Madrid. Para ser exactos, 119.000 toneladas hacia Guadalajara, 140.000 hacia Toledo, 78.800 hacia Cuenca y 58.800 hacia Ávila. En total, nada menos que 615.000 toneladas al año.

Puntos conflictivos

Estos productos no sólo cruzan la Comunidad, sino que también están almacenados junto a las vías del tren.Dos almacenes de explosivos (no militares), cinco de carburante, uno de gas y 262 surtidores de gasolina están situados al borde de las líneas férreas, por lo que están incluidos como lugares de riesgo en los planes de emergencia elaborados por los servicios de protección civil de Renfe y por la Delegación del Gobierno de Madrid. En caso de accidente en sus proximidades, estos almacenes podrían hacer explosión fácilmente.

El depósito de explosivos más cercano a núcleos civiles es el de la empresa Explosivos Río Tinto, situado en el kilómetro 14 de la carretera de Valencia, muy cerca del distrito de Vallecas Villa. Según los datos del Ministerio de Industria, allí caben hasta 125.000 kilos de explosivos.

Poco menos cabe en el otro, el que tiene la empresa Deicesa en el paraje conocido como La Canaleja, en la localidad serrana de Alpedrete. Unos 75.000 kilos, para ser exactos.

La fábrica que Gas Madrid tiene en la avenida de Manoteras, en el municipio de Madrid, también entra en el plan.

Esta factoría, desde la que parte el suministro para unos 444.000 abonados, tiene una capacidad de almacenamiento de 611.200 metros cúbicos de gas. Deamsiados litros. "Lo que es incomprensible es cómo se ha podido construir un colegio y una urbanización, en la que viven más de 200.000 personas, rodeando estos depósitos de gas", se pregunta Rafael Noja.

Y quedan los cinco depósitos de carburantes y combustibles líquidos situados en Torrejón de Ardoz, Loeches, Villaverde, Barajas y Cuatro Vientos, estos dos bien cerca de las pistas de aterrizaje. Entre todos pueden almacenar hasta 1.599.018 metros cúbicos.

Todo esto sin contar el gasoducto Madrid-Burgos -más de 70 kilómetros de canalizaciones que pasan junto a 18 localidades del norte de Madrid- ni la zona de Campamento, por donde discurre la carretera de Extremadura, donde hay varios acuartelamientos que encierran verdaderos polvorines.

Planes de emergencia

La posibilidad de que se produzca algún accidente en el que se vean implicados camiones o trenes cargados con mercancías de alto riesgo ha llevado a la Delegación del Gobierno a elaborar dos planes de actuación para casos de emergencia. Uno de estos planes, el relacionado con los ferrocarriles, ha sido elaborado en colaboración con Renfe.La clave del plan de actuación para caso de accidente en el transporte de mercancías peligrosas está en la información y en la rapidez con la que se actúe. La información que tiene que ser facilitada por la autoridad o la persona autorizada más próxima al lugar del siniestro.

De los datos que facilite podrá deducirse de qué forma hay que proceder en el menor tiempo posible, qué fuerzas deben actuar en caso de accidente, qué materiales utilizar, a qué hospitales se puede trasladar a los heridos e incluso organizar la evacuación de las zonas de población cuya seguridad se vea afectada por el siniestro.