Buena acogida de los diseñadores españoles a la mascota de la Expo

Curro, la mascota de la Expo 92, ha tenido una buena acogida entre los diseñadores españoles, que opinan que el dibujo realizado por Heinz Edelmann reúne las características de lo que debe ser una mascota. Sólo Enric Satué discrepa con el trabajo realizado por Edelmann. "Es bastante mediocre, se nota la menopausia del señor Edelmann", dice.

Satué, autor de las portadas de la editorial Alfaguara y que realiza en la actualidad la nueva señalización del aeropuerto de Sevilla, subrayó la "distancia sideral" que existe entre una de las principales obras de Edelmann, la película de dibujos animados Yellow submarine -que el propio autor checo considera despectivamente como "una obra de juventud"- y la mascota de la Expo. "Su mascota", dijo Satué, "dista mucho de trabajos realizados en años anteriores. Edelmann está muy mayor y eso se debe notar".El diseñador catalán dijo que Curro y Cobi, la mascota de Javier Mariscal para los Juegos Olímpicos de Barcelona, no son comparables. "Cobi, desde el punto de vista técnico, me parece una de las obras más mediocres de Mariscal y ambas se parecen precisamente en eso".

Enric Satué cree que en Barcelona no se hubiera aceptado presentar la mascota de los Juegos Olímpicos en Madrid porque, indicó, "hubiera sido una bomba". En este sentido, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, eludió ayer en Sevilla hacer algún comentario al respecto, limitándose a indicar que "no me había planteado esa hipótesis".

El diseñador valenciano Miguel Calatayud, finalista del concurso de la mascota de la Expo, afirmó que Curro "puede funcionar bastante bien, es simpático y cumple las reglas de lo que debe ser una mascota, aunque la mía", bromeó, "podría ser mucho más bonita".

Por su parte, Javier Mariscal indicó que la mascota de Edelmann es "rnuy simpática, aunque sólo la he visto en las fotografias de los diarios y tiene un punto muy divertido", informa Juan José Navarro.

Caminar patoso

El autor de Cobi indicó que "por lo que se adivina, Curro tiene un aire de caminar patoso, cosa que en una mascota siempre se agradece, y se le adivina que vuela, sobre todo por la relación que puedan tener las alas con el pico"."La única crítica un poco dura que podría hacérsele", señaló el autor de la mascota olímpica, "es que lo menos acertado podría ser ese penacho de colores que tiene, pues lo hace muy rígido, muy definido y eso podría quitarle versatilidad y movimiento".

El diseñador Alberto Corazón valoró positivamente la mascota de la Expo: "Está llena de sugerencias y afortunadamente no se ha caído en el tópico". Corazón indicó que a pesar de que Curro y Cobi no son comparables, ambas "son una alternativa a los planteamientos tradicionales".