Gyorgy Aczel: "El comunismo se tiene que reformar"
El ideólogo de la 'era Kadar' advierte del lastre de la crisis económica en el cambio político húngaro"El comunismo se tiene y se puede reformar, porque si no lo hace no habrá partidos comunistas y no habrá socialismo", afirma Gyorgy Aczel, miembro hasta el pasado mes de mayo del buró político del Partido Socialista Obrero Húngaro (PSOH), autor de diversos textos traducidos a 13 idiomas y considerado el principal ideólogo de la era Kadar. Aczel, un furibundo antiestalinista, que pasó 1.886 día en la cárcel de Rákosi, advierte sobre el grave lastre que supone la crisis económica en Hungría para la plena implantación de las reformas políticas.
Aczel, vicepresidente de 1974 a 1982, ocupa ahora un discreto segundo plano y dirige el Instituto de Ciencias Sociales. Es un convencido de las reformas de los actuales dirigentes de Budapest y cree que la experiencia reformista húngara y la de los comunistas polacos puede ser decisiva para todo el Este.Su opinión sobre la necesidad de que los partidos comunistas se reformen está basada en la "realidad canibiada". "Hay que enfrentarse a los desaflos de la época. Los hombres están esperando respuestas". Un ejemplo. "A principios del siglo, el porcentaje de los trabajadores en la sociedad representaba un 70%; ahora en EE UU ese porcentaje supone el 20%, y en los de Europa occidental, alrededor del 30%, y sigue bajando".
"Es una lástima que los partidos comunistas no fueran los primeros en pronunciarse sobre los problemas de la ecología, que no vieran la revolución de la informática, o la del arte y muchas cosas más. Pero estaban demasiado ocupados con la revolución con epítetos., sin palabras para la inteligencia", añade.
Punto de referencia
Sobre las reformas húngaras, que deben concluir en el pluripartidismo, Aczel advierte que durante un tiempo tendrán como condicionante decisivo la crisis económica. "Otro problema es que Hungría, sin proponérselo, se ha conveirtido en un punto de referencia. Porque si fracasan las reformas, se reforzarían las posiciones de los, que están en contra en los países del Este".
Para Aczel, lo que está pasando en su país no es sólo un asunto interno. "Yo lo considero un asunto común con la izquierda europea". Y señala que si el partido húngaro o el polaco tienen éxito en sus intentos de cambio y reforma, cumplirán una misión histórica y eso supondría un fuerte apoyo a los partidos comunistas de Occidente. "Los partidos comunistas de Europa occidental necesitan que exista un país socialista que funcione bien, por que de lo contrario se obstaculi za mucho su trabajo".
Aczel participó recientemente en Marbella en un seminario so bre El papel de la izquierda transformadora en las sociedades avanzadas en el cambio de siglo, organizado por la Fundación de Investigaciones Marxistas de PCE.
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