Moscú dará, toda la ayuda militar que pida Kabul, "menos armas nucleares"
Dos aviones soviéticos cargados de harina llegaron ayer a Kabul, como parte de la ayuda humanitaria soviética a Afganistán. "No sólo estamos dispuestos a apoyarlos económicamente, sino que, mientras que Estados Unidos siga respaldando militarmente- a la guerrilla, daremos al Gobierno afgano todas las armas que nos pida, menos las nucleares", dijo a este periódico el encargado de negocios de la Embajada de la URSS en Kabul, Vesevolod Ozhegov.
ENVIADA ESPECIAL,Mientras tanto, en Jalalabad, capital de la provincia de Nangahar, continúan los combates. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores afgano, Mohamed Nabi Amani, informó que los rebeldes han lanzad9 más de 3.000 cohetes y cañonazos contra la zona residencial de la ciudad."Hubo pocos muertos civiles porque la mayoría de los habitantes ha huido", añadió. Sin embargo, señaló que desde el inicio de la batalla, el pasado día 5, "son ya 3.100 los rebeldes muertos, entre los que se encuentran cuatro consejeros árabes, dos de Estados Unidos y 31 milicianos paquistaníes".
Según Ozhegov, "no existe una solución militar para Afganistán, ni hay perspectivas de victoria en ningún lado". Añadió que Jalalabad es también un ejemplo de que "el régimen puede matenerse por mucho tiempo". Para el diplomático, la guerra de Afganistán se vuelve cada día más peligrosa y exige con urgencia el establecimiento de una mesa de negociación que la resuelva. "Si dicen que no quieren a Najibulá, se puede discutir. Si tampoco quieren que participe el Partido Popular Democrático de Afganistán (PDPA), también se puede discutir", destacó. Hasta ahora la URSS había mantenido que el PDPA, gobierna y representa a la mitad del pueblo afgano -la otra mitad está refugiada en Pakistán e Irán- y por tanto, había que negociar con él.
Bengalas enemigas
Los dos Antonov 26 que llegaron a Kabul, cada uno con 10 toneladas de harina, dispararon numerosas bengalas para evitar ser alcanzados por un misil del enemigo durante el aterrizaje. Sólo 18 horas antes, uno de los muchos cohetes disparados por la guerrilla contra el aeropuerto y sus inmediaciones, rozó un avión de la compañía soviética Aeroflot. El daño no llegó a afectar a la nave, que ayer regresó a Moscú.
Al iniciarse esta última ofensiva rebelde, el Gobierno afgano decidió limitar el aeropuerto de Kabul al tráfico civil. Todos los aviones militares han sido trasladados a la bases de Balar Hisar, procedente de la URSS desde situado en la misma capital, y a la Bagram, a unos 50 kilómetros al oeste de Kabul.
"No tienen ninguna razón para seguir disparando contra un ,aeropuerto que es absolutamente civil", afirmó Ozhegov. Añadió que los aviones militares soviéticos que transportan municiones o armas no aterrizarán en el aeropuerto de Kaubl pero no quiso decir dónde lo harán. Éste es el primer cargamento aéreoque finalizó, el 15 de febrero pasado, la retirada soviética. El diplomático indicó que es el "el comienzo de un nuevo puente aéreo", hasta que se llegue a un acuerdo definitivo con los muyahidín sobre la entrega de provisiones a la población aigana, a través de la carretera de Salang, que une Kabul con Termez (URSS).
El sábado varios comandantes rebeldes llegaron a un acuerdo con el Gobierno para no atacar a los convoyes de provisiones que circulan por las zonas que controlan. Según Amani, este acuerdo cubre 120 kilómetros de los 450 que separan Kabul de la URSS.
[El aeropuerto de Jalalabad registró ayer un incendio provocado por un ataque de los guerrilleros muyahidin, el más importante desde el inicio de la batalla por ganar esta ciudad, informa France Press.]
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