Las expectativas ante las elecciones de mayo mantienen paralizada la economía argentina

El equipo económico del Gobierno argentino no logra probar en la práctica su seguridad teórica de que "todo está bajo control", tal como aseguró el ministro Juan Sourrouille en una agotadora conferencia de prensa. Todos los indicadores registran una febril especulación financiera y una parálisis creciente de la actividad productiva. Los analistas de los partidos políticos coinciden en advertir que "la falta de credibilidad del ministro y su equipo" agravan la crisis.

La llamada "toma de posiciones" hasta que se celebren las elecciones generales el próximo 14 de mayo mantiene inmóvil la actividad económica. No hay inversiones públicas ni privadas. Los planes aprobados no comienzan y se retrasan los que estaban en marcha. La tarea cotidiana para empresarios y trabajadores de altos ingresos consiste en la especulación financiera. El dólar, en el mercado libre, aumentó entre el miércoles y el jueves pasado un 18% y acumula en sólo 40 días una subida del 138,2%. Las tasas de interés para los ahorradores a corto plazo también se mantienen elevadas, con un promedio del 15% mensual. En porcentajes similares han subido los títulos públicos, que se ajustan según la cotización del dólar.La abismal diferencia entre el valor del dólar libre y la cotización del tipo de cambio especial, por el que deben regirse las operaciones de importación y exportación, estima la sobrefacturación y subfacturación de los productos. Los grandes exportadores declaran sólo una parte de lo que reciben y liquidan la diferencia en el mercado libre. También los importadores aseguran que pagan más para comprar divisas a un valor de 19 australes que luego revenden a 43 australes por dólar. El beneficio, en una sola operación, es del 100%. de promedio.

La subida incontrolable del dólar, que el Gobierno considera como la consecuencia de una simple especulación de los grandes exportadores, eleva, por su efecto de arrastre, el precio de los tradicionales productos de la economía argentina, la carne y los cereales. El equipo económico admite ya que en marzo no podrá cumplirse el objetivo de mantener la tasa de inflación por debajo de los dos dígitos. El cálculo proyectado la sitúa entre el 13% y el 15% mensual.

Coincidencia pública

La gravedad de la situación ha provocado la primera y única, hasta ahora, coincidencia pública entre los candidatos con mayores posibilidades en las próximas elecciones generales. Carlos Menem, del Partido Justicialista, reclamó al presidente Raúl Alfonsín una convocatoria urgente de todos los líderes políticos para discutir acuerdos mínimos hasta que se produzca la transmisión del mando. El candidato del Partido Radical, Eduardo Angeloz, aseguré que estaba de acuerdo con la idea "siempre que no se haga un uso electoral de ella".

La fuga económica hacia adelante del Gobierno podría desatar, después de celebradas las elecciones, el tan temido estallido social. El país quedaría virtualmente acéfalo entre el 14 de mayo y el 10 de diciembre, cuando debe asumir el nuevo presidente, si ninguno de los dos candidatos obtiene la mayoría propia de electores, tal como indican las encuestas. Mientras se discute un acuerdo en el Colegio Electoral, la sociedad tendrá que hacer la travesía del desierto bajo -las duras condiciones que el invierno impone en el hemisferio sur.