El jefe del Estado húngaro será elegido por votación libre
ENVIADO ESPECIALEl Parlamento húngaro aprobará previsiblemente hoy la nueva Constitución pluralista y democrática que pondrá fin a la larga vigencia de la Constitución estalinista y unipartidista de 1949. Ayer acordó que el jefe del Estado sea - elegido directamente en elecciones libres, el cual nombrará al primer ministro y a los altos cargos del poder judicial, entre ellos a los magistrados del Tribunal Constitucional, que se crea por primera vez.
El debate en Budapest, que por el número de intervenciones y pluralidad de opiniones cada vez se parece más a los que se dan en las cámaras de los parlamentos occidentales, se caraterizó por el consenso en un solo punto, la necesidad absoluta de poner fin a un sistema, el monopartidista que se considera fracasado.
En Budapest se daba ayer por hecho que Matyas Szürös, secretario del comité central, será elegido nuevo presidente del Parlamento. Szürös, uno de los más destacados reformistas del Partido Obrero Socialita Húngaro (POSH, comunista), al comenzar el pleno parlamentario hizo unas declaraciones en las que abogaba por una finlandización de Hungría. Dijo que para la URSS es más conveniente un país vecino próspero y estable con su propio sistema político, que un aliado desestabilizado y con una economía hundida.
El primer ministro Miklos Nemeth declaró ayer en el Parlamento -el último en ser elegido bajo la Constitución estalinista-, que "el modelo hipercentralizado y burocrático del socialismo, el socialismo estatalista y el estado partidista están en un callejón sin salida. Hay que implantar el control social del poder". Según añadió, Hungría no tiene salidas sin democracia y pluralismo.
Nemeth realizó la pasada semana un visita oficial a Moscú, donde según todos los indicios logró el pleno apoyo soviético para la implantación del pluripartidismo en Hungría, decidido el pasado mes por el pleno del comité central del partido. Según dijo al regresar de la capital soviética, la URS S desea los mejores éxitos para la nueva iniciativa democratizadora en Hungría.
Pantano polémico
Coincidiendo con el debate parlamentario, el jefe del Gobierno anunció ayer que ha ordenado la paralización de todas las "obras que pudieran ser irreversibles" en el proyecto húngaro-checoslovaco de la central hidráulica Nagymaros-Gagc¡kovo en el Danubio. El miércoles el Gobierno ya había cedido a la presión popular y aceptado la posibilidad de un referéndum sobre este controvertido proyecto.
El Parlamento debatirá en mayo próximo una posible paralización de este sistema de presas que amenaza con destruir todo un ecosistema único en Europa a lo largo de más de un centenar de kilómetros en las márgenes del Danubio. La decisión de Nemeth es una victoria de la opinión pública húngara y de las fuerzas de la oposición, pero podría incrementar la tensión entre Praga y Budapest.
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