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La policía descubre cientos de kilos de cocaína ocultos dentro de 50.000 cocos tropicales

La policía ha decapitado una organización de traficantes de droga que había introducido en España un importante, cargamento de cocaína . oculto en el interior de unos 50.000 cocos tropicales. A primeras horas de la tarde de ayer empezaron a ser reventados dichos frutos, que se supone esconden al menos 300 kilos de cocaína pura. Han sido detenidas cinco personas de nacionalidad colombiana, entre ellas una dentista que tenía consulta en el barrio madrileño de Salamanca. La mercancía estaba guardada en una nave M pueblo de Barajas, alquilada el pasado jueves a través de un semanario de anuncios por palabras.

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Unos frutos muy exóticos

El Servicio Central de Estupefacientes venía realizando investigaciones desde hace varios meses sobre el posible asentamiento en España de una red de narcotraficantes. Las primeras pesquisas se centraron en el matrimonio compuesto por Amilcar Goyeneche González, de 49 años, y Elisabeth Díaz Upegui, de 31 años.Goyeneche trabajaba en la empresa Comas, radicada en la localidad madrileña de Arganda de¡ Rey, que se dedica a la comercialización de productos electrónicos de alta precisión. Durante el tiempo que llevaba empleado en dicha firma, Goyeneche había cumplido estrictamente con sus obligaciones laborales y no había levantado la menor sospecha.

Las investigaciones se aceleraron hace un par de meses, cuando los encargados del caso supieron que la organización había logrado coronar con éxito la fase de introducción de la mercancía en España. Los agentes decidieron detener a Amilcar Goyeneche y a su mujer, ante los indicios reunidos contra ellos, según fuentes policiales.

Otra de las personas sospechosas era la colombiana Clara Eva Rojas Carrer, de 34 años. La policía descubrió en su casa de la calle de San Julio, cerca de la glorieta de López de Hoyos, en Madrid, tres millones de pesetas y varias docenas de cocos tropicales. Los agentes abrieron los frutos y observaron con sorpresa que en 20 de ellos había sido sustituída la pulpa comestible por una bola de cocaína. Cada coco escondía unos 250 gramos de mercancía.

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El Servicio Central de Estupefacientes solicitó la ayuda de la Dirección General de Aduanas para saber si recientemente había llegado a España algún importante cargamento de cocos. La policía averiguó así que hace aproximadamente un mes arribó a Cádiz un mercante procedente de Cartagena de Indias (Colombia) que descargó dos contenedores en los que había 30.000 kilos del exótico fruto.

Las pesquisas efectuadas posteriormente en colaboración con la policía colombiana culminaron ayer con la detención de Hernando Lara Mora y Silvia Teresa Hernández Forero. Ésta trabaja como dentista en una clínica de la calle de Maldonado, en Madrid. Ambas son sospechosos de formar parte de la infraestructura de la organización.

Almacén exótico

Las pesquisas subsiguiente llevaron a la policía hasta una nave situada en el camino viejo de Hortaleza, en la localidad madrileña de Barajas, donde supuestamente había sido almacenado el cargamento de cocos. El titular del juzgado de Instrucción Central número 4 autorizó la entrada y registro en el local.

Los inspectores comprobaron que en el almacén había cientos de sacos llenos de cocos. Al abrir algunos, los agentes observaron que parte de ellos contenían una masa pastosa con fuerte olor a éter. No cabía la menor duda: era cocaína de gran pureza.

Los expertos creen que la apertura de los miles de cocos llevará al menos un par de días. "Hasta que no finalice esta labor", manifestó un mando policial, "resulta imposible aventurar la cantidad de cocaína que se oculta bajo la cáscara". Pese a la prudencia de esta fuente, otros medios indican que "saldrán 300 kilos por lo menos", si se hace un cálculo basado en el porcentaje de los cocos que han sido abiertos y los que iban cargados.

Sin duda éste será uno de los mayores alijos de esta droga incautados en nuestro país. La buena racha de la policía se inició hace exactamente un año, cuando el Servicio Central de Estupefacientes descubrió 325 kilos de cocaína en una nave de Fuenlabrada (Madrid), gestionados por el denominado cártel de Medellín.

El 23 de abril del año pasado, la Guardia Civil interceptó en un viejo búnker existente en una playa de Barcelona un alijo de 562 kilos de cocaína. Este récord fue fulminado cuando la Sección de Estupefacientes de la Brigada Judicial de Madrid descubrió el 7 de mayo otro alijo de 1.000 kilos oculto en una lonja de Irún (Guipúzcoa).

Al margen de la cantidad de droga incautada que resulte de esta operación policial, la importancia de la misma reside en el descubrimiento de este revolucionario sistema de introducción de la mercancía. Esto es lo que más daño les hará a los narcotraficantes, pues ellos saben que eso significa que "se ha dañado el carro", como se dice en su argot para referirse a un tropiezo de este tipo.

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