La victima número 928

A las once y media de la mañana, un largo toque de diana, que acompañó la multitud silenciosa batiendo pañuelos y banderas blancas, dio el último adiós al dirigente izquierdista José Antequera. ¿Qué pasará ahora?, ¿quién será el próximo? se preguntaban los que seguían el cortejo fúnebre por calles secundarias de Bogotá. Para muchos, la Unión Patriótica (UP) perdió una buena oportunidad para presionar al Gobierno a favor de una acción eficaz para frenar la campaña de exterminio en su contra. La decisión de las autoridades de impedir un acto multitudinario en la plaza de Bolívar había despertado una gran solidaridad nacional con la UP.Por su parte, este movimiento de izquierda cree que, con su actitud de no asistir a la mesa de trabajo convocada para la próxima semana por el Gobierno, los partidos políticos y el M-19 pueden conseguir que el Gobierno atienda sus exigencias. "Por lo menos esperamos que el Gobierno retire de las fuerzas militares a mandos que todo el mundo sabe que están alentando a grupos paramilitares", afirmó Manuel Cepeda, mierribro del comité central del Partido Comunista de Colombia (IPCC). Este mismo dirigente aseguró que la mesa de trabajo le parece "una farsa". "¿El Gobierno podrá garantizar la vida de Carlos Pizarro [líder del M-19]?", se preguntó Cepeda. Y es lo mismo que muchos se preguntan en Colombia: "¿No pasará con el M-19 lo mismo que con la UP, que ayer enterró a su víctima 928?'.

En el cortejo de Antequera marcharon del brazo los tres portavoces del M-19, identificados con la bandera de su movimiento en la solapa; los máximos dirigentes del PCC y de la UP. De ellos, sólo los tres guerrilleros desclandestinizados dicen creer en el actual proceso de paz,

Se esperaba con temor la respuesta de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras el asesinato de Antequera. El lunes en la noche esta respuesta llegó en forma de carta para el presidente de la República, Virgilio Barco. En ella, el estado mayor de la organización guerrillera afirma su intención de continuar la orden de cese del fuego decretada un] -lateralmente a sus 43 frentes el pasado 28 de febrero.

También la tercera organización guerrillera, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dirigió una carta a la comisión de notables, integrada por dos ex presidentes, un cardenal de la Iglesia católica y un industrial, en la que exponen una vez más que su máxima preocupación es "la humanización de la guerra".