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Nueva Zelanda culpa a la disminución de ozono del alarmante incremento de los cánceres de piel

. El ministro de Medio Ambiente de Nueva Zelanda, Geoffrey Palmer, ha culpado al agujero de la capa de ozono de la Antártida del incremento alarmante de cánceres de piel en su país y en Australia. Palmer dijo en el foro mundial que se celebra en Londres sobre este tema que, si no era posible solucionar este problema, difícilmente la humanidad podrá enfrentarse al cambio climático, que es mucho más grave, y pidió que se elimine la producción de los CFC. Veinte de las 118 naciones asistentes se han sumado a la ratificación del Protocolo de Montreal.

Una de las consecuencias inmediatas de la desaparición de la capa de ozono es el aumento de los cánceres de piel, ya que disminuye el espesor de la capa que actúa como un filtro ante los efectos nocivos de los rayos solares. La relación causal entre el aumento de los cánceres de piel y la disminución de ozono, denunciada ayer por el ministro de Nueva Zelanda, ha sido puesta ya de manifiesto en varias investigaciones realiza das ante el aumento de ese tipo de cánceres.Veinte nuevos países, entre ellos Polonia, Hungría, Austria y Turquía, han ratificado el Protocolo de Montreal, que entró en vigor en enero de 1989 Hasta ahora eran 32, más los de la Comunidad Europea, los firmantes de este acuerdo, que prevé la reducción de los clorofluorocarbonos (CFC) en un 50% hasta 1999.No se espera que en la resolución final de esta conferencia se aborden las vías que utilizarán los países desarrollados para transferir la tecnología de los sustitutivos de los CFC hacia los países en vías de desarrollo.El comisario de la Comunidad Europea Carlo Ripa di Meana ha sugerido que podía hacerse a través de la Convención de Lomé. En estos momentos, el énfasis de los delegados reunidos en Londres está puesto en la necesidad de potenciar el Protocolo de Montreal, que con toda seguridad será modificado durante la reunión de este organismo el próximo mayo en Helsinki.China, a través de su delegado Liu Ming Pu, ha dejado clara su postura al señalar que los países desarrollados deben cargar con el coste de la sustitución de los CFC en los países en vías de desarrollo. Liu Ming se ha mostrado partidario de la modificación del Protocolo de Montreal, ya que, en su opinión, éste ni es realista con los países subdesarrollados ni contempla mecanismos de control para la reducción de los CFC. China no piensa por ahora firmar el protocolo.

Brasil tampoco parece muy dispuesto a firmar el Protocolo de Montreal y ha advertido a través de su delegado en esta conferencia, L. Lindenberg, que el Gobjerno brasileño va a dictar una norma legal sobre el uso de los C'FC y halones en territorio brasileño más estricta aún que este protocolo. La India, mediante el director del Worldwide Fund for Nature, ha notificadc, que no piensa firmarlo por el momento.

Reconversión de empresas

El delegado soviético V. Sajarov ha informado que científicos de la Unión Soviética han hallado un agujero en la capa de ozono a la altura de Euroasia, aunque está provocado por fluctuaciones meteorológicas y geológicas. Sajarov ha dicho también que es preciso llevar a cabo más investigaciones antes de asegurar que los halones provocan la desaparición de la capa de ozono. La Unión Soviética es un importante productor de estos gases.Un representante de la empresa Dupont, el mayor fabricante de este tipo de gases en el mundo, ha anunciado que sus investigaciones sobre algunos sustitutivos de los CFC están bastante avanzadas. También ha comunicado que a finales de este siglo esperan dejar de fabricar estos gases dañinos para la capa de ozono. Esta compañía espera invertir un billón de dólares en la próxima década en este sentido.

Fuentes de las industrias químicas creen que en este esfuerzo por conseguir sustitutivos de los clorofluorocarbonados y los halones se invertirán en los próximos 10 años unos seis billones de dólares (672 billones de pesetas). Algunas empresas consideran que no va a ser fácil sustituir totalmente estos productos y han optado por su reconversión.

El ministro de Medio Ambiente británico, lord Caithness, ha hecho público un comunicado durante esta conferencia en el que anuncia que este año se va a efectuar en el Reino Unido un seminario con representantes de la OTAN donde se planteará la reducción del uso de los CFC y los halones en esta organización.

El investigador británico Joe Farman, de la British Antartic Survey, ha señalado que, aunque se paralizara ahora totalmente la producción de los CFC y halones, la concentración de estos gases en la estratosfera seguiría aumentando. Dijo también que el agujero de ozono de la Antártida seguirá apareciendo durante, al menos, los próximos 50 años. Este agujero se cree que ocupa una superficie similar a la de Estados Unidos y tiene una altura como la del monte Everest.

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