Salir de Cuba
Se están celebrando en Madrid, por un período de cuatro meses, unos actos sobre la cultura cubana, y cabe preguntarse si la libertad se halla incluida entre los valores de esa cultura.Ése sería el deseo de todo defensor de los derechos humanos y de todo cubano de bien, y me permito señalar que el primer derecho humano no es el de vivir en un país gozando de supuestas ventajas sociales de educación y sanidad, sino al menos el de poder renunciar a esas ventajas, abandonándolo libremente si así se desea.
Éste es el caso de la señora Nydia Cartaya Medina y de sus hijos de 23, 18, 14 y 12 años, que desde septiembre de 1985 tienen solicitado permiso de emigración. A pesar de haber reiterado repetidamente la solicitud, incluso al propio Fidel Castro, y de tener concedido visado de entrada en Estados Unidos, no han conseguido de las autoridades cubanas el permiso de salida, sino que, por el contrario, se les ha comunicado que tienen prohibido emigrar, presumiblemente porque su padre y esposo se fugó en enero de 1985 y tiene asilo político en Estados Unidos-
Presidente de la Asociación Solidaridad-Derechos Humanos.