La cifra de jovenes parados es inferior a la de la EPA, según el Instituto de la Juventud
S. C. El 12% de los jóvenes españoles comprendidos entre los 16 y los 29 años se declaran parados, según una encuesta realizada por encargo del Insitituto de la Juventud que fue presentada ayer en conferencia de prensa por la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández. La misma encuesta señala que los jóvenes muestran un escaso interés por afiliarse a sindicatos y partidos. Tan sólo el 1,5% de los comprendidos entre los 20 y los 24 años pertenecen a alguna organización obrera.
Los resultados de la encuesta, realizada por la empresa Emopública en el segundo trimestre de 1988, difieren por tanto de los ofrecidos por la Encuesta de Población Activa (EPA) en el mismo periodo. Según la misma, el porcentaje de jóvenes desempleados entre los 16 y los 24 años ascendía a 1.333.300, en porcentaje, alrededor del 20%.La encuesta Juventud 88, realizada entre 5.249 jóvenes de hasta 29 años, con un presupuesto de 14 millones de pesetas, fué presentada ayer en conferencia de prensa por la ministra de Astintos Sociales, Matilde Fernández. De ella se desprende que durante los últimos años, la creación de puestos de trabajo ha superado el incremento de la población activa juvenil, no obstante, el crecimiento económico registrado no es suficente para resolver el paro juvenil derivado de una década de crisis.
Asimismo, según la encuesta, las mujeres participan más en el mercado de trabajo y están más preparadas. Es importante el número de jóvenes que trabaja en condiciones precarias y en la economía irregular. Ésta, en los últimos años, se nutre más de mujeres que de varones (38% frente al 30%).
Demanda de vivienda
Como consecuencia de la difícil situación que vive la juventud, el sector comprendido entre los 25 y los 29 años es hoy más dependiente de la familia que hace unos años (ver El PAÍS-Negocios del 5 de febrero). Este fenómeno, siempre según la encuesta, está muy relacionado con la escasa oferta de vivienda asequible, sobre todo en las grandes ciudades.
El desencanto de la juventud ante la situación que les ha tocado vivir se nota en la escasa afiliación sindical que se da entre los venes que tienen empleo.
Únicamente el 2,5% de los varones y el 1,8% de las mujeres pertenecen a alguna central sindical. Esta situación se agrava con la edad y, entre los 20 y los 24 años, tan sólo el 1,5% se ha decidido por alguna organización obrera.
Al margen del mundo laboral, el desinterés alcanza también a los temas políticos ya que solo 5 de cada 100 personas, entre los 15 y los 29 años, afirman que tienen mucho interés por la política y solo 2 de cada 100 llevan dicho interés hasta la participación activa.
El aumento de la dependencia de los jóvenes respecto a sus familias crea bolsas importantes de marginación a temprana edad, lo que lleva a un proceso que se considera "prácticamente irreversible" para la formación e inserción en el mercado de trabajo.
Como conclusión, desde el Ministerio de Asuntos Sociales se asegura que "el Estado debe intervenir si se quiere dar respuesta a la marginación que sufren dichos colectivos".
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