Wojtech Mastny: "Occidente no debe poner obstáculos a la 'perestroika"
Los países occidentales no deben poner obstáculos a la reforma de Gorbachov, según el sovietólogo norteamericano de origen checoslovaco Wojtech Mastny, profesor de Relaciones Internacionales en la universidad estadounidense de Boston. Mastny asegura que la ayuda directa al bloque del Este debe partir de Occidente, y de manera especial de la República Federal de Alemania, como consecuencia de sus lazos directos con el Este y su capacidad económica 3, tecnológica.
Gorbachov, en opinión del sovietólogo, no se enfrenta a grandes amenazas que pongan en entredicho su permanencia en el poder. "A diferencia de Jruschov, Gorbachov no tiene que hacer frente a conspiraciones, y los descontentos con su política no tienen alternativa que ofrecer. En cuanto al deseo de los militares por reemplazarle, no considero tal posibilidad, porque siempre estuvieron penetrados por el PCUS, y nunca el Ejército ha sido una fuerza política propia", dice Mastny.La experiencia de Afganistán ha sido "desmoralizadora" para el Ejército soviético, pero "aunque no sea de muy buen grado, los militares asimilarán este hecho", según Mastny.
"Sobre el efecto Afganistán, yo miraría hacia aquellos países del Tercer Mundo donde se han comprometido los soviéticos, y, claro, la experiencia afgana podría indicar que la URSS está dispuesta a liquidar esos compromisos si va en favor de sus intereses."
Con respecto a la posición de los países occidentales ante la perestroika, el sovietólogo opina que alentar las reformas de Gorbachov es favorable a los intereses occidentales. "Pero no debemos hacernos ilusiones sobre la influencia que tengamos en su éxito o su fracaso, que desde luego esta condicionado por factores internos. Sería comprometido para Occidente inmiscuirse en algo de resultados inciertos, pero una de las reglas de la política occidental debe ser no hacer nada que obstaculice el camino de Gorbachov. Es Europa occidental", prosigue, "la que debe considerar su aportación económica en el Este, y entre todos estos países, es la RFA la que debe desempeñar un papel fundamental, porque además de intereses vitales con el oriente europeo, tiene los recursos tecnológicos que pueden servirle al Este".
A la hora de analizar la democratización del bloque del Este, dice:"Yo espero verlo en algunos países, particularmente en Hungría, donde se están produciendo acontecimientos impensables hace solamente unos meses. Los húngaros hablan de las elecciones libres en las que podría competir más de un partido político. Puede ser que no se cubran todos los requisitos de unas elecciones libres, sin control, como lo consideramos en el mundo occidental, pero ya sería algo cualitativamente distinto al sistema ahora conocido y un paso decisivo hacia el pluralismo."
Al referirse a la posibilidad de una futura alianza de las dos superpotencias, declara: "Ni lo creo ni me gustaría. Cuando hablamos de aliados nos referimos a países que comparten los mismos ideales, y con la URSS hay que hablar de una coincidencia de intereses en zonas particulares, lo que resulta muy distinto. Ahora bien, en determinadas circunstancias, la cooperación EE UU-URSS sería positiva para solucionar algunos conflictos, algo que ya ocurre."
Interés vital
"La Unión Soviética aprovechó América Central, como otras partes, para crear problemas a EE UU desde la década de los setenta. Pero con Gorbachov, la URSS mantiene ciertos límites, al considerar que Centroamérica es una zona de interés vital para Estados Unidos, y no está convencida que sus clientes puedan tener éxito; fue el caso de la invasión de Granada con el consiguiente fin de un régimen apoyado por la Unión Soviética. Si Mijail Gorbachov continúa, los compromisos soviéticos con estos países disminuirán, aunque Moscú no desea dar la impresión de que quiere acabar rápidamente con tales compromisos, contraídos en el pasado, que han sido políticamente contraproducentes y muy costosos desde el punto de vista económico."
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