La religión como ideología
L. P.Salvo la toma violenta del Estado por un movimiento popular, François Furet no encuentra ningún denominador común entre la Revolución Francesa y la iraní, ni considera acertadas las hipótesis de una solución bonapartísta tras la muerte del imam Jomeini. Y al citar que la diferencia principal entre ellas es el islam como ideología, rápidamente se corrige: "Mejor dicho, un cuerpo ole creencias". Y aclara entre risas: "Ser respetuoso en estos momentos es indispensable".
En su opinión, "la revolución iraní se hace en nombre de una religión revelada y es producto de una voluntad anterior a los iraníes, que es Dios. En ella se quiere legislar en nombre de un texto sagrado: el Corán. A diferencia de Francia, en Irán no ha habido secularización de la política".
Para el historiador, "si un europeo quiere saber lo que pasa por las mentes de las personas que están apoyando a Jomeini debe situarse a finales de la Edad Media europea, con sus guerras de religión, a veces feroces".
Frente a interpretaciones de la Revolución Francesa como la de su rival académico Michell Vovell, que apuntan que el espíritu religioso estuvo presente en el culto a los derechos del hombre, Furet insiste en que en ésta no hay ninguna referencia divina. "Hay una fundamentación de la sociedad en nombre de la universalidad del hombre, pero por su libre voluntad. Y las tentativas de la revolución de fundar cultos o religiones fracasaron porque la revolución legó un orden político secularizado, como se ha podido ver en el siglo XIX, en el XX y hoy en día".
Babelia
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